_
_
_
_

Veteranos cantautores evocan el furor revolucionario en La Habana

Nostálgico concierto por el 40º aniversario de Casa de las Américas

"Lo que hace 30 años era protesta hoy es próstata". La frase -cómo no, de Joaquín Sabina- retrata con filo y atino lo que sucedió el sábado pasado en el Malecón de La Habana cuando, al caer la noche, un grupo de veteranos intérpretes iberoamericanos de canción protesta -hoy cincuentones- subió a un escenario muy militante a rendir tributo a la nostalgia revolucionaria de los años sesenta.

El concierto, bautizado como Casa viva, fue convocado por Casa de las Américas y Silvio Rodríguez para festejar el cuadragésimo cumpleaños de dicha institución cultural -en el pasado imán y bastión de los intelectuales y artistas latinoamericanos de izquierdas- y los 30 años del histórico concierto del 67 con algunas de estas emblemáticas figuras. "Pretendemos convocar la nostalgia y abrir los brazos a la esperanza uniendo voces de varios países que desde hace más de una década no coincidían en el escenario", dijo días antes del concierto su director artístico, Alexis Vázquez. Nostalgia sí hubo. Y mucha. Pero sobre todo entre los propios intérpretes y organizadores, ya que el público (unas 2.000 personas) era en su mayoría adolescente; muchos de los jóvenes que asistieron al concierto al aire libre desconocían las letras de barricada de canciones como A desalambrar, que décadas antes embelesaron y conmovieron a la generación de sus padres. Entre los invitados al festival estaban los chilenos Isabel y Ángel Parra, el uruguayo Daniel Viglietti, fundadores de la Nueva Trova cubana como Silvio Rodríguez, Sara González y Noel Nicola, así como Luis Eduardo Aute, Sabina y Caco Senante, por España. El concierto comenzó con la canción de Silvio Todo el mundo tiene su Moncada, y, tras esta declaración de principios, los Parra, juntos y por separado, entonaron himnos como Te recuerdo, Amanda, de Victor Jara, y Gracias a la vida.

Viejas batallas

Durante las cuatro horas y media que duró el concierto fueron cayendo, uno a uno, los temas más célebres de aquella época de amor y revolución. El público los disfrutó, sí, pero enseguida se hizo evidente que los jóvenes que se congregaron el sábado en el Malecón tenían poco que ver con aquella nostalgia de 30 años de batallas y mucho con la canción cubana más contestataria que llevaron a la tarima músicos como Santiago Feliú y Carlos Varela, las verdaderas estrellas de la noche junto a Joaquín Sabina. Feliú, hermano del cantautor Vicente Feliú, cantó a dúo con Aute De alguna manera, y luego hizo Rocanrolito de menganos y fulanos, que dice en una de sus estrofas que hay que cuidarse y hablar en voz baja, porque siempre puede venir "un cretino que te acuse de contrarrevolucionario". A los aplausos que cosechó Feliú le siguieron después los de Varela. Las canciones que eligió, sabidas y coreadas por la masa, recogieron el testigo de la crítica y de la situación cubana, haciendo que el público pusiese los pies en la tierra. Robinsón solo en una isla fue la introducción a otra canción que causó no pocas molestias a las autoridades en el pasado: Guillermo Tell, que se cansó un día de que su padre le pusiese la manzana en la cabeza y quiso disparar él la flecha, hizo estallar la locura en el Malecón. Como la canción, no se trataba tanto de política como de una cuestión generacional.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_