Sant Jordi con nacionalismo
Polémica light en el desayuno de chocolate con bizcochos con que se inicia cada año el día del libro y la rosa en el palacio de la Generalitat. Jordi Pujol afirmó la víspera, por televisión, que José María Aznar "es un nacionalista de tomo y lomo", aunque especificó que lo es del nacionalismo "bueno en sí mismo" que dijo compartir con él. El presidente del PP en Cataluña, Alberto Fernández Díaz, se creyó en la necesidad de replicar. "En el PP no somos nacionalistas. Ni nacionalistas españoles ni nacionalistas catalanes".
En cambio, el candidato socialista a la Presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, aprovechó la ocasión para desmarcarse y aseguró que él es federalista y no nacionalista. Pero compartió la tesis de Pujol acerca de Aznar. El nacionalismo de Pujol, dijo Maragall, "al menos es consciente y confesado mientras el de Aznar es inconfesado e implícito y, por lo tanto, mucho más peligroso". Dicho esto reconoció, no obstante, que se siente más cercano a Pujol: "Porque soy catalán y él también lo es y porque compartimos un mismo escenario". Acto seguido, atacó la campaña sobre el déficit fiscal lanzada por Pujol. "Se basa exclusivamente en lamentar, llorar y pedir", sentenció.
Más prudente fue José Borrell, que también asistió a la multitudinaria recepción de Sant Jordi. Expresó su condena de "los nacionalismos excluyentes" e hizo un llamamiento en favor de "la inclusión social y la construcción de un país solidario y vertebrado".
Preguntado sobre si en las últimas semanas se ha replanteado su candidatura a la Presidencia del Gobierno, Borrell dio una respuesta escueta y tajante: "No, en absoluto".
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