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La Administración advierte que desalojará a la fuerza a los vecinos de Tiurana

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La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), organismo de la Administración encargado de la política hidráulica y responsable de la construcción del pantano de Rialb, ha lanzado una seria advertencia a los cuatro vecinos que todavía permanecen en Tiurana (Noguera) para que abandonen sus casas antes del 4 de mayo, fecha prevista para iniciar el llenado parcial del embalse, ya que, de lo contrario, se verá obligada a desalojarlos por la fuerza. La presa de Rialb está ya acabada y lista para embalsar, a partir del 4 de mayo, 30 hectómetros cúbicos de agua. Con esa cantidad, la localidad de Tiurana quedará completamente inundada y, por tanto, la CHE no puede ser flexible más tiempo con los vecinos que se resisten a dejar un pueblo que, oficialmente, fue desalojado hace tres años. A estos vecinos, entre los que figuran los padres del alcalde, Antoni Armengol, del Partido Popular, se les permitió seguir viviendo en Tiurana hasta que se trasladaran los restos del cementerio -operación realizada la semana pasada-, pero ahora quieren quedarse hasta que se derriben las casas. Tomàs Sancho, presidente de la CHE, considera que estos vecinos ya no tienen motivos para dilatar su marcha, ya que la Administración ha cumplido los compromisos. "No habrá más aplazamientos, ellos se comprometieron a dejar el pueblo por propia voluntad una vez trasladado el cementerio y espero que cumplan lo pactado", señaló. En el caso de Bassella (Alt Urgell), otro municipio que será inundado por Rialb, la CHE será más flexible con las 45 familias que residen en él, ya que permitirá que el desalojo se haga paulatinamente, a medida que los vecinos dispongan de una nueva vivienda.

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