Se puede vivir

Los mercados financieros parecen dispuestos a convivir con la evidencia de un deterioro del crecimiento económico a medio plazo. Incluso ya se asegura que está descontado el desbordamiento de algunas magnitudes recogidas en los Presupuestos del Estado, siempre y cuando el incumplimiento se produzca también en otros Estados europeos. El área del euro se comportó ayer como si los problemas estuvieran, efectivamente, asumidos o superados con la excepción de lo único que tienen en común, la moneda, que volvió a marcar un mínimo histórico frente al dólar con un cambio oficial de 1,0586. La caída del euro frente al dólar en menos de cuatro meses es del 9,26%, dato que por sí mismo justifica la ausencia de inversores extranjeros ya que los que hayan puesto su dinero en las bolsas europeas deben restar esa porcentaje al valor de su cartera.

El mercado de valores español recuperó ayer más del 1% y vuelve a alcanzar los niveles de apertura del ejercicio, aunque sin dar muchas muestras de poder superar esa cota sin esfuerzos.

La contratación del mercado continuo fue de 945,27 millones de euros, 157.279 millones de pesetas, pero con una concentración superior al 55% en cinco valores. Los movimientos técnicos del mercado, básicamente arbitraje entre derivados y contado, son los que mantienen la actividad, mientras que los inversores particulares se debaten entre el riesgo sin beneficios de la Bolsa o los escasos beneficios sin riesgos de la renta fija. El Tesoro público colocó ayer letras a seis meses al 2,50%, lo que ofrece un tipo de interés real del 0,30% en tasa anual.

Nueva York se fue acelerando durante la jornada, hasta cerrar la sesión con una consolidación clara por encima de los 10.500 puntos. El índice Dow Jones cerró en 10.581, tras anotar una ganancia de 132,90 (1,27%).