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Los islamistas turcos logran un buen resultado en las municipales a pesar de ceder en el Parlamento

Ángeles Espinosa

"Nos esperábamos un resultado mejor. Nuestro objetivo era convertirnos en el primer partido", reconoció ayer en una conferencia de prensa el jefe del islamista Partido de la Virtud (FP en sus siglas turcas), Recai Kutan. El FP ha quedado relegado a ser la tercera formación política de Turquía tras haber perdido un 6% del apoyo logrado por su predecesor, el desaparecido Partido del Bienestar (RP), que en 1995 fue el grupo más votado. Kutan se negó a hablar de derrota porque, dijo, "hace menos de dos años que se ha creado el FP". Los islamistas, además, han mostrado su fuerza en los ayuntamientos y han conservado las alcaldías de las muy importantes Ankara y Estambul.

ENVIADA ESPECIAL

Aunque numéricamente las 413 alcaldías que ha conquistado el FP quedan por debajo de las 689 que se ha asegurado el Partido de la Madre Patria de Mesut Yilmaz o de las 659 obtenidas por el Partido de la Recta Vía de Tansu Çiller, los islamistas han logrado hacerse con Ankara y Estambul, la capital y la primera ciudad del país. El Ayuntamiento de Estambul (10 millones de habitantes) estaba claro que quedaría en sus manos, pues el encarcelamiento del anterior alcalde, Tayyip Erdogan, no hizo sino favorecer la popularidad del partido, que sustituyó al arrestado por uno de sus colaboradores más cercanos, Ali Mufit Gurtuna. En Ankara, sin embargo, el primer sillón municipal ha estado mucho más disputado y hasta el último momento se dudaba de si el actual alcalde, Melih Gokçek, lograría mantenerlo o si se lo arrebataría el candidato de los socialdemócratas del Partido Republicano del Pueblo (CHP), Murat Karayalçin. Ayer, con cerca del 90% de los votos escrutados, ambos contendientes rondaban el 30%. Sin embargo, a pesar de que las urnas que faltaban por abrir correspondían a zonas que tradicionalmente votan islamista, las informaciones oficiosas daban a Karayalçin como vencedor. Gokçek, que en los comicios de 1994 sucedió a Karayalçin en la alcaldía, convocó a la prensa para acusar al CHP de estar "haciendo trampas", criticar a los responsables de las urnas y atacar a la televisión estatal por "comportamiento proizquierdista". Poco después, la propia televisión pública daba por seguro su triunfo.

El Partido de la Virtud no ha obtenido más que el 15,1% de los votos, frente al 21,3% que obtuvo el Partido del Bienestar en las últimas elecciones legislativas. Este partido, que, por primera vez, llevó a los islamistas al Gobierno, fue disuelto en 1998 por "actividades antilaicas" y la mayoría de sus diputados formaron el FP. Sin embargo, Kutan insistió ayer en que "el Partido de la Virtud no es el del Bienestar, ya que el 60% de sus dirigentes son distintos, por lo que no hay que hacer comparaciones". "No se ha tratado de una derrota", subrayó. Además, tal como señaló a EL PAÍS el vicepresidente del FP, Cemil Çiçek, ha podido influir la amenaza de disolución que pesa sobre ellos después de que el fiscal general, Vural Savas, les abriera un expediente por causas similares a las que llevaron al cierre de su predecesor.

Por su parte, el primer ministro en funciones, Bülent Ecevit, cuyo Partido de la Izquierda Democrática (DSP) se ha confirmado como primera fuerza política del país, no descarta la posibilidad de coaligarse con el segundo partido más votado, el ultraderechista Partido de Acción Nacional (MHP). "Da la impresión de que el MHP rechaza su anterior retórica, ya que Devlet Bahceli ha renovado el partido y considero que el MHP ya no sigue sus líneas anteriores", declaró Ecevit al diario Cumhuriyet. En opinión del primer ministro, que se dijo dispuesto a tener en cuenta la valoración que ha hecho el votante de ese partido cuando se inicien los contactos, el MHP está revisando su anterior objetivo de unificar a todos los turcos del mundo.

Moderación nacionalista

El propio Devlet Bahceli, que dirige el MHP desde la muerte de su líder histórico en 1997, es consciente de los recelos que su formación despierta en ciertos sectores de la sociedad, en especial entre los intelectuales, y ha intentado ofrecer una imagen más moderada de su militancia y de su programa. Ante el riesgo de que algunas voces se opongan a su entrada en el Gobierno, se ha apresurado a insistir en su giro al centro. "Rechazamos la recuperación de las divisiones en Turquía. Nadie debería tener miedo del MHP, al que algunos intelectuales definen como un partido marginal, pero que está en el centro del centro", aseguró al diario Hurriyet. De momento, el resultado electoral hace temer a los inversores que no vaya a ser fácil lograr la estabilidad política que tanto necesita el país para acometer las reformas estructurales y económicas. La Bolsa de Estambul perdió 6,58% en la primera sesión tras los comicios y ayer mantuvo esa tendencia.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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