Los tres años de gestión aeroportuaria de Arias-Salgado

En la casilla correspondiente a Barajas, el ministro Rafael Arias-Salgado ha acumulado en casi tres años de gestión notables despropósitos y suficientes infortunios como para agudizar el caos en el aeropuerto. El primer diciembre de Arias-Salgado como gestor aeroportuario resultó catastrófico. Un operario pinchó con su máquina perforadora el tronco central del suministro eléctrico de Barajas y el aeropuerto se apagó cinco horas. Se tuvieron que cancelar más de 200 vuelos. Aquel mes, y el siguiente, se acumularon los retrasos.

Arias-Salgado ideó una receta para salir del atasco. Abrió la base aérea de Torrejón de Ardoz a los vuelos comerciales en febrero de 1997, gastó 300 millones en adecuarla a las necesidades civiles y calculó que 50 aviones utilizarían cada día las nuevas instalaciones. Dos meses después, sólo tres vuelos usaban Torrejón: 61 pasajeros diarios.

En los diez primeros días de julio de 1997 más de 200.000 personas sufrieron retrasos antes de despegar de Madrid.

Un año después se cambió el sistema informático de control aéreo una semana antes de las vacaciones de verano. Y Barajas recuperó el caos en el peor momento. El 1 de julio de aquel año, 50.000 personas sufrieron retrasos. El responsable de Fomento reconoció fallos de coordinación entre AENA y las compañías aéreas.

En noviembre se inauguró la tercera pista y el ministro destituyó, el mismo día, al director de Barajas, José Sedano. Arias-Salgado anunció el principio del fin del atasco. Pero en enero de 1999 un error en el parte meteorológico volvió a colapsar el aeropuerto. En febrero hubo restricciones en el espacio aéreo europeo pero AENA mantuvo su número de vuelos en Barajas. En marzo y abril estalló el mayor atasco de la historia del aeropuerto, uno de los logros más importantes en los tres años del gestor Arias-Salgado.