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Una red introducía a nigerianas en España para prostituirlas en la Casa de Campo

La policía ha desarticulado una organización dedicada a introducir clandestinamente en España a nigerianas. La red obligaba a algunas de estas mujeres a ejercer la prostitución en la Casa de Campo. En la operación han sido detenidas 27 personas, entre ellas 16 mujeres que vivían en tres pisos de Vicálvaro en condiciones lamentables y que ya han sido puestas en libertad. Numerosos vecinos denuncian desde hace meses la inseguridad en la Casa de Campo por la presencia de prostitutas. Doce mujeres han sido agredidas en el último semestre y una murió atropellada.

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La Brigada Central de Extranjeros ha desarticulado una organización dedicada a introducir jóvenes nigerianas en España para su posterior explotación sexual en clubes de alterne y en la prostitución callejera en la Casa de Campo de Madrid. Lo novedoso de la operación es que la red dirigía parte de su negocio desde los centros de refugiados de Ceuta y Melilla, a los que eran enviadas las mujeres desde su país de origen. En varios casos se ha comprobado que saltaron a la Península gracias a los programas de acogida suscritos entre el Gobierno y diversas ONG. La policía ha detenido a 27 personas, entre ellas, 16 mujeres. Las investigaciones comenzaron en enero pasado, cuando la policía tuvo conocimiento de que una nigeriana era obligada a ejercer la prostitución en el club Olimpo, de Gisarro-Bergondo (A Coruña). A continuación, los agentes localizaron tres viviendas del barrio madrileño de Vicálvaro que servían de base para las mujeres antes de ser distribuidas a locales de alterne de A Coruña, Santiago, Gijón y Valencia.

Los pisos se hallan en las calles de Fuentes de San Jorge, Huerta del Convento y Los Galeotes, en el extrarradio de Madrid, y al menos en dos de ellos las jóvenes vivían y pernoctaban en condiciones infrahumanas e insalubres, según fuentes policiales. Las que permanecían en ellos eran forzadas a vender su cuerpo en la Casa de Campo. Otras bases de operaciones eran el club Zeus, próximo a Santiago de Compostela, y el Flamingo, en Gijón (Asturias), según informó ayer la Dirección General de la Policía.

La organización, tras captarlas en su país, indicaba a las mujeres cuáles eran las rutas más favorables para entrar clandestinamente en España: una de ellas era Nigeria-Argelia-Oujda (Marruecos)-Melilla; otra, Nigeria-Tánger-Ceuta.

Una vez en territorio español y totalmente indocumentadas, las mujeres quedaban alojadas en el campamento de refugiados de Calamocarro, de Ceuta, o en las instalaciones de Melilla.

La Brigada Central de Extranjeros ha comprobado que entre estas colonias de inmigrantes indocumentados hay auténticos grupos organizados que disponen de teléfonos móviles y controlan desde el tráfico de seres humanos hasta el envío a Nigeria del dinero obtenido por la explotación de las mujeres y otras actividades.

La policía ha corroborado también que varias de las jóvenes que ejercían la prostitución callejera en Madrid habían entrado en la Península con la cobertura legal de los programas de acogida promovidos por una ONG. "Alguna de estas mujeres residía teóricamente en Córdoba", explicó un responsable de la operación policial. Otras tenían tarjeta de residencia provisional pese a habérseles denegado la condición de asiladas tras alegar que eran originarias de Sudán. Algunas más pasaron al territorio peninsular en pesqueros que ocasionalmente se dedican al tráfico de inmigrantes irregulares.

Entre los detenidos figuran los nigerianos Prince Austin S. y Prince Nelson I., presuntos responsables, según la policía, de la distribución de las mujeres por diferentes clubes de España. El caso ha correspondido a la juez de instrucción número 30 de Madrid.

En los dos clubes ubicados en A Coruña fueron decomisados tres millones de pesetas en efectivo, además de diversos documentos. El Ministerio del Interior ya ha iniciado los trámites para la expulsión de las mujeres en situación irregular.

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