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Cinco años de retraso

Renfe ha decidido iniciar los trámites para insonorizar la estación de Atocha con cinco años de retraso respecto al plazo impuesto por el Ayuntamiento de Madrid. En octubre de 1994, siendo Esperanza Aguirre concejal de Medio Ambiente de la capital, el Ayuntamiento sancionó a Renfe con 100.000 pesetas de multa por exceso de ruido y le obligó a iniciar, en un plazo máximo de dos meses (diciembre de 1994), las obras de insonorización de la estación para evitar las molestias a los vecinos. La concejal amenazó a la compañía ferroviaria con clausurar su actividad infractora si no cumplían la sanción. Nunca llevó a efecto su amenaza, pues hubiera paralizado un sistema de transporte que utilizan cada día cientos de miles de madrileños. El Ayuntamiento había medido en los alrededores de la estación hasta seis decibelios más de los permitidos por las ordenanzas municipales. Los pitidos del tren de la fresa, según los informes técnicos que manejó el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, se llevaban la palma en la escala de ruidos ferroviarios. En el momento en que el Ayuntamiento hizo las mediciones, el ruidoso tren de la fresa recorría un día por semana el trayecto Madrid-Aranjuez.

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Renfe recurrió la sanción del Ayuntamiento de Madrid por una cuestión formal: el Ayuntamiento no le había permitido formular alegaciones. Y los jueces le dieron la razón, anularon la sanción económica, pero mantuvieron la obligatoriedad de emprender las obras de insonorización en la estación.

La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid llegó en julio de 1998. Nueve meses después, la compañía ferroviaria ha encargado el diseño de la pantalla antirruidos al estudio de arquitectura de Rafael Moneo, autor de la reforma de la vieja estación de Atocha y de la construcción de las nuevas instalaciones desde las que cada día despegan los trenes de alta velocidad y largo recorrido de Madrid. Además de las pantallas acústicas, el fallo judicial obligaba a Renfe a mejorar su sistema de megafonía porque "la reverberación" del mismo "hacía incomprensibles" la mayoría de los mensajes. Los jueces también pedían a Renfe que evitase la estancia prolongada de trenes en la estación con el motor en marcha.

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