El alcalde de Barcelona exige al ministro medidas urgentes para El Prat

El alcalde de Barcelona, el socialista Joan Clos, reclamó ayer al ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, medidas urgentes para corregir los retrasos en el aeropuerto de El Prat mientras no entre en funcionamiento la tercera pista, dado que "el actual mal servicio deteriora la imagen de Barcelona". El Prat acababa de vivir su enésima jornada conflictiva. En esta ocasión, al igual que en Madrid, las dificultades se centraron más en el número de vuelos cancelados, un total de 39 operaciones hasta las seis de la tarde -más que el día anterior-, que en la puntualidad de los aviones. De los 39 vuelos cancelados, 20 de llegada y 19 de salida, más de la mitad -24- correspondieron a la compañía española de bandera, Iberia, que renunció a 10 operaciones de salida -entre ellas a Estambul, Valencia, Bilbao y A Coruña- y 14 de llegada, varias de ellas a Madrid y también a otros destinos nacionales como Bilbao o Málaga.

Impacto en el turismo

En Mallorca, cuyo aeropuerto vive una situación de caos similar a la de Barajas y El Prat, los empresarios turísticos expresaron ayer su inquietud por el impacto que los retrasos y las suspensiones están teniendo en el sector. "Es una situación que a la larga será muy peligrosa para el turismo", manifestó un portavoz de la Asociación de Agencias de Viajes de Baleares al ponderar las repercusiones en el mercado turístico del colapso aeroportuario. Responsables del sector se han apresurado a solicitar un plan de contingencias para afrontar la complejidad y la saturación aérea en la temporada alta de verano. "El caos ya está repercutiendo: un turista o un viajero acepta un año, una vez, sufrir los efectos de una situación como ésta, pero verse un año tras otro, de manera sistemática, involucrado en situaciones conflictivas, finalmente le hará cambiar de destino", agregan en la patronal de viajes.

El secretario de Estado de Infraestructuras de Fomento, Albert Vilalta, constató la semana pasada en Mallorca la preocupación de la patronal de la aeronáutica comercial por la falta de salidas al progresivo colapso en los aeropuertos, y asumió que este verano no se podrá paliar la situación pese a la incorporación de un nuevo cupo (entre 40 y 90) de controladores para cubrir las necesidades en la red actual. Aun así, ayer en el aeropuerto mallorquín de Son Sant Joan sólo un 20% de los 340 vuelos que operaron acumuló retrasos, inferiores en todo caso a los del fin de semana. La media de demora se situó en 33 minutos.