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Entrevista:

"La mejor garantía para un inversor es el respeto a las leyes"

El Gobierno chileno ha puesto en marcha una intensa campaña de apoyo a su economía, tocada en su evolución por la crisis financiera y en su imagen por el caso Pinochet. El primer paso es la emisión de un bono global de 500 millones de dólares a 10 años. Uno de los responsables de estas iniciativas es el subsecretario de Hacienda, Manuel Marfán, que ha pasado por Madrid, uno de los 15 centros financieros elegidos por Chile, para detallar a los inversores las características de la emisión. Marfán defiende con fuerza la decisión de su Gobierno sobre el caso Pinochet y hace especial hincapié en que lo importante para todos, especialmente para los inversores, es que haya un Gobierno que respete y haga respetar las leyes en vigor.Pregunta. ¿Por qué se lanza ahora esta emisión?

Respuesta. La economía chilena tiene algunas características propias. Por ejemplo, tiene desde hace varios años superávit presupuestario. No es una economía que tenga problemas de financiación. No necesitamos recursos para financiar nada en particular. Lo que ocurre es que, como consecuencia de la crisis asiática, ha habido un cambio en el comportamiento de los inversores financieros internacionales, que ahora hacen una evaluación más analítica del riesgo-país. Y la mejor referencia para ellos es a través de la valoración de los bonos soberanos, los títulos que emiten los Gobiernos. Lo que nosotros queremos es que nos midan, nos analicen, nos estudien, porque van a concluir que somos una economía sana y buena para invertir.

P. ¿Cuál será el destino de los recursos que se obtengan?

R. Van a ser utilizados por el banco central. Queremos dar una señal clara de que no van a tener un uso macroeconómicamente expansivo.

P. ¿Está influyendo el caso Pinochet en la vida económica chilena?

R. Para nada. Es un hecho conocido que el presidente de Chile [Eduardo Frei] fue y sigue siendo adversario del señor Pinochet desde el punto de vista político, al igual que la mayor parte de las personas que formamos parte del Gobierno actual. Lo que nosotros siempre criticamos a Pinochet fue el comportamiento abusivo, más allá de las leyes. Lo que estamos defendiendo ahora como Gobierno son los principios. Nos parece que las leyes deben funcionar de la manera en que han sido escritas. Los crímenes nacionales se deben juzgar en los países donde se han cometido. Los crímenes internacionales son internacionales en el momento en el que los países se ponen de acuerdo en que lo son, no antes. Y eso son principios. Ir más lejos es una práctica abusiva. Nos guste o no nos guste, la política de nuestro Gobierno es respetar y hacer respetar las leyes. Y ésa es la mejor garantía para cualquier inversor extranjero que quiera ir a Chile. Eso tiene más importancia en una economía que aspira a ser cada día más abierta.

P. ¿Alguna de las empresas españolas presentes en Chile le ha transmitido inquietud por la situación?

R. A mí me toca, por mi cargo, recibir continuamente a los empresarios españoles. Ellos me han hecho la misma pregunta que usted, y les he dado idéntica contestación: que el Gobierno respeta y hace respetar las leyes.

P. ¿Es una buena noticia para la economía chilena que Endesa España haya tomado definitivamente las riendas de Enersis?

R. Es una buena noticia que exista interés por empresas chilenas. En el caso de Endesa España, nuestra única preocupación es que se cumplan las leyes. Y eso, hasta ahora, ha sucedido. El resto no me corresponde comentarlo.

P. ¿Le preocupa que el BSCH pueda controlar el 30% del mercado financiero chileno?

R. Es un dato llamativo que haya un actor que controle esa cuota de mercado en cualquier parte del mundo. Sin embargo, creo que es más un problema para el Banco de España que para las autoridades chilenas.

P. ¿Por qué?

R. El sector bancario está muy regulado. Esa regulación tiende no sólo a resolver problemas de solvencia, algo que no afecta a los bancos españoles, que están perfectamente gestionados, sino también a que los riesgos sean lo más diversificados posibles.

P. ¿Hay algún impedimento legal concreto que prohíba esta concentración en Chile?

R. No hay nada concreto, pero siempre se abre un debate y un análisis sobre una posible situación de concentración excesiva.

P. ¿Cómo ha afectado a Chile la crisis financiera internacional?

R. La economía chilena creció en 1998 a un ritmo del 3,4%, cuando el promedio de la década se sitúa en el 7,3%. Hubo, pues, un frenazo importante como consecuencia de la crisis. Aun así, hubo crecimiento, gracias a las medidas de contención adoptadas por el Gobierno, lo cual facilitó que se cumpliera el objetivo de inflación, el 4,7%. La meta para 1999 en este punto es el 4,6%, mientras que el crecimiento previsto se sitúa en el 3%. En el conjunto de América Latina sólo hay dos economías con perspectivas de crecimiento positivo, Chile y México. El objetivo es recuperar la tasa de crecimiento del conjunto de la década de los noventa a partir del 2000.

P. ¿Es partidario de la dolarización del área latinoamericana?

R. No nos parece un tema interesante, al menos por ahora. Este proceso de dolarización significa que los países renuncian a tener política monetaria propia y deben armonizar una común. Algo casi imposible en una zona con economías con tantas diferencias. No es como el caso europeo, que ha llevado de forma impecable el proceso de constitución de la moneda única.

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