El Ecofin debate la representación del euro y la armonización fiscal

ENVIADO ESPECIALLos ministros de Economía y Finanzas de la UE celebran en la ciudad alemana de Dresde un consejo (Ecofin) informal para discutir la situación económica, las reformas estructurales que inician los países de la zona centro de la UE, el Pacto por el Empleo y la situación del desarrollo de la fiscalidad en la Unión.

El Consejo de Ministros empezó ayer con una reunión del Euro11, una plataforma que reúne a los ministros de finanzas de los países de la moneda única. Los debates en la primera jornada se centraron en las grandes orientaciones de política económica (GOPE), que sigue las directrices lanzadas por la Comisión el pasado 30 de marzo. Al Euro11 de ayer no pudieron asistir algunas representaciones como la de Grecia y España, a causa de las aglomeraciones en los aeropuertos alemanes que provocan los pasillos aéreos de la OTAN por el conflicto los Balcanes.

Hoy, el Ecofin, con los 15 ministros de la UE, empezará discutiendo la representación externa del euro. La representación de la zona euro en el G-7 y el Fondo Monetario Internacional ha provocado importantes debates en las últimas reuniones. Hasta el momento no hay una decisión tomada, y el comisario de Finanzas, Yves Tilbau de Silguy, mantuvo ayer la idea de que sea la propia Comisión la que represente al euro en los foros internacionales.

Pero nadie parece tener en cuenta la posición del comisario Silguy. Incluso España, país poco amigo de desairar a la Comisión, ha dado la espalda a Bruselas en esta materia. El ministro de Economía, Rodrigo Rato, quiere aplazar la decisión definitiva sobre la representación exterior del euro a la próxima cumbre de la UE.

Sobre la fiscalidad, los ministros debatirán las grandes líneas de la armonización fiscal, partiendo de las aportaciones de cada país sobre el código de conducta contra la competencia desleal -el llamado paquete Monti- y, además, la posible imposición de una tasa sobre la energía que ha provocado una división profunda entre los países del centro y los del sur, por ejemplo, España, que considera la idea inaceptable.