La Generalitat cierra un acuerco con los vecinos de Nou Barris para la llegada del metro ligero

La Generalitat ha cerrado un acuerdo con los vecinos de Ciutat Meridiana, Torre Baró, Vallbona y Can Cuyàs para la llegada de un metro ligero que pone fin a 11 años de dura lucha vecinal reivindicando un metro convencional. De la que fue la principal promesa de CiU en la anterior campaña electoral, en la que el propio presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, se comprometió a llevar el metro a estos barrios, no se han cumplido los plazos ni tampoco la modalidad del transporte, que entonces nadie cuestionaba. Ahora asegura que será un proyecto prioritario.

El acuerdo suscrito el pasado lunes por el director general de Transportes, Enric Ticó, y las asociaciones de vecinos de los barrios afectados, en los que residen 15.000 personas, supone un ahorro importante para el Gobierno catalán ya que el coste del metro ligero será de 5.000 millones de pesetas. Esta cifra equivale a un kilómetro de metro convencional. En el ánimo de los vecinos lo que más pesaba ayer era el deseo de pasar página cuanto antes de un aislamiento físico que les sitúa en inferioridad de condiciones respecto al resto de la ciudad. El trazo del metro ligero, con capacidad para transportar a 1.500 viajeros / hora, discurrirá en su mayor parte soterrado entre Trinitat Nova y las estaciones de Torre Baró-Vallbona, Ciutat Meridiana y Can Cuyàs, en las que efectuará paradas. La frecuencia de paso será la misma que la del suburbano. Territorio accidentado Los argumentos defendidos por los técnicos en los dos años que ha durado la negociación con los vecinos se han abierto paso finalmente al considerar que para un territorio tan accidentado y dado el número potencial de usuarios de un sector donde residen 15.000 personas era necesario buscar alternativas menos costosas que el metro convencional. El documento suscrito por la Dirección General de Transportes y las entidades vecinales hace constar el carácter prioritario que tiene para la Generalitat el proyecto, cuya elaboración técnica será encargada de inmediato, según manifestó ayer Enric Ticó. Desde la perspectiva de los vecinos se ve mucho más despejada una senda que ha estado plagada de obstáculos. Por primera vez tienen la sensación de que se avanza en la dirección correcta. A juicio de Ticó, el acuerdo demuestra que "no siempre las mejores soluciones son las más caras". La lectura que cada uno hace atribuye méritos propios al acuerdo alcanzado: el director general de Transportes considera que "se ha impuesto la razón y la acción pedagógica que demuestra que los planteamientos lógicos tienen más fácil solución". En opinión de los vecinos, lo que cuenta es la lucha vecinal de estos años. El que los técnicos llaman metro de gálibo ligero ha sido bautizado ya entre los vecinos como "el gusanillo". Si se cumplen las previsiones, la construcción de la única vía y del túnel por el que discurrirá se incluirán entre los proyectos para realizar a corto plazo en el próximo Plan Intermodal del Transporte. La estación de Trinitat Nova permitirá a los residentes en la zona norte de Nou Barris conectar con la red metropolitana a través de la línea IV (amarilla). Las obras de prolongación de esta línea entre Roquetes (Via Julia) y Trinitat Nova estarán acabadas el próximo mes de noviembre, según informó ayer Ticó. También está previsto que el futuro convoy conecte con la línea III, que se prolongará hasta el polígono de Canyelles (Nou Barris).