El túnel del arte

Las escenas representativas del Madrid histórico y comercial que creció en los alrededores de la plaza Mayor tendrán un sitio en los 16 paneles ubicados en el nuevo paso subterráneo de la calle de Toledo. Serán cerca de 70 metros de pared pintados con colores que captan la historia. "Escenas que recuerdan la actividad comercial de esa importante calle", explica Laura de la Colina, directora de la obra.Ella coordina el trabajo de un inquieto grupo de 24 estudiantes de cuarto año de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense que tiene la misión de recrear con pinturas algunos fragmentos de las calles contiguas al puente subterráneo. Los arcos, los rótulos antiguos, los farolillos, los balcones. Todo aquello que resulta pintoresco y atractivo. "Todo aquello que plasma un estilo de vida sólo conservado en el comercio del centro de la capital". Es como un pedazo de Madrid bajo el suelo.

En el lateral derecho del túnel cobrará vida la historia. Los conductores que atraviesan la ciudad de túnel en túnel alegrarán la vista con un conjunto de murales que son réplicas a escala de las calles y tiendas cercanas. "Es la primera vez que esto se hace en Madrid", explica Horacio Fernández del Castillo, uno de los arquitectos que ha participado en el proyecto del subterráneo.

La idea de decorar el paso surgió de la Facultad de Bellas Artes. Después de una serie de conversaciones con el Ayuntamiento se llegó a un acuerdo para que los alumnos presentaran diversos bocetos y fueran, ellos mismos, los autores de las obras. Su trabajo comenzó hace más de una semana y esperan culminarlo para finales de abril. Para los murales utilizan una pintura no tóxica, al agua, muy resistente a la luz y al clima. Una vez terminados, las paredes se recubrirán con un material que evita su deterioro.

El túnel estará potentemente iluminado por el lado izquierdo para lograr un mejor efecto en los paneles. Se trata de que los conductores puedan apreciar bien el conjunto de la obra. "Yo no creo que las pinturas puedan distraer a los conductores. La iluminación será muy fuerte, y por aquí los coches circulan despacio", aclara De la Colina.

El nuevo paso subterráneo ha permitido despejar la mayor parte de la superficie de la calle de Toledo. "Eso es lo más importante. La recuperación de una zona que se había perdido para los transeúntes. Antes, la gente sólo podía caminar por las arcadas, ahora puede hacerlo por toda la calle", dice el arquitecto Fernández del Castillo.

Las obras del paso subterráneo que unirá la plaza Mayor con la calle de Concepción Arenal también permitirán recuperar, para el peatón, la calle de la Sal.