Bob Dylan encabeza la avalancha de solistas que actúan esta semana
Parece que todo se hubiera confabulado y se decretara el fin de los grupos. Esta semana triunfarán los cantantes solistas, sean hombres o mujeres, rockeros, baladistas, soneros, humoristas, sensibles, evocadores, tiernos, skatalíticos o gitanos. La lista es larga. Empieza por Bob Dylan, maestro entre maestros. Pero también están Serrat, Calamaro, Tontxu, Albita, Vicente Feliú, Carbonell, Granados, Rafael Amor, Luis Pastor o Jon Spencer, entre otros.
Ellos no cantan solos. Si alguien ama a Bob Dylan y le tiene por verdadero maestro, ése es Andrés Calamaro. El argentino que lideró Los Rodríguez es la viva imagen del norteamericano cuando tenía 20 años menos: pelo rizado, gafas oscuras y voz de ratón desafinado. Calamaro edita ahora su tercer disco oficial en solitario, Honestidad brutal, un extenso trabajo que de existir el disco de vinilo sería de los llamados triples. Apenas se han escuchado algunas canciones, pero Andrés se atreve a darlo a conocer oficiando de telonero de su maestro. Casi la gira completa que está realizando Dylan por España se abre con Calamaro. Dylan, por su parte, parece que vuelve a estar radiante, aunque asistir a un concierto suyo es como acudir a ver torear a Curro Romero: la faena puede ser un desastre o un monumento al arte.Tontxu confía en sí mismo y se atreve a repetir concierto el mismo día en que toca Dylan. El éxito de su Corazón de mudanza le hace no sentir miedo.
Pablo Carbonell vuelve a darle al humor en sus canciones, mientras Pastor y Ruibal se aferran a su extrema delicadeza. José María Granados -ex líder de Mamá- reviste sus crónicas cotidianas con vibración eléctrica, Gabriel Calvo recupera el romance castellano, Rafael Amor celebra sus 25 años en España y Patricia Oliver estrena su segundo disco; se llama Un sitio en mi corazón.
Otro maestro, Serrat, comienza esta semana su tanda de 10 noches, en las que desgranará su reciente Sombras de la china, sin olvidar algún viejo éxito.
Desde Hispanoamérica. Cuba otra vez: Albita y Vicente Feliú se acercan al Ciclo de Estrellas del Centro Cultural de la Villa. La primera, con ese toque de renovación del son que la ha hecho famosa en los últimos tiempos, y el segundo, para demostrar que la nueva trova cubana no era sólo Silvio y Pablo, como aquí se creía.
Laurel Aitken también es cubano, aunque siempre vivió en otra isla: Jamaica. Se le considera uno de los padres del ska y acaba de editar su primer disco en castellano. Septuagenario ya, su obra es inmensa en inglés. Siempre ha sido un poco marginal y rebelde, por eso no es de extrañar que su actuación tenga lugar en una casa de okupas: La Nevera, junto al metro de García Noblejas. Latinoamérica también suena en el folclor andino de Los Calchakis, que repasan sus más de tres décadas sobre los escenarios.
Explosión de allá, rock de aquí. Jon Spencer Blues Explosion iban a tocar en el Arena, pero la demanda aconsejó trasladarlo a La Riviera. Se ve que aún se comenta su magnífica actuación hace un par de años en Madrid, porque no es su intenso rock y blues del siglo XXI considerado de éxito discográfico. Los Yardbirds, por su parte, viven de la leyenda. Aunque ya no queda nadie de su formación original, su blues blanco marcó a gente como Clapton y de sus filas salieron Led Zeppelin.
A.N.I.M.A.L. es la banda metalera más importante de Argentina y viene a dar tralla con su disco Poder latino.
Hank representa la última vuelta de tuerca del rock distorsionado español. Una rara apuesta -su disco se llama, además, ¡Dios mío, Larry!..., ¿qué diablos es eso?- que empieza a recoger ahora los frutos de los cuatro años que lleva mostrándolo en directo por los bares de España.
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