Los incombustibles del 79

La Real Casa de Correos celebró ayer la fiesta de los alcaldes. El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, premió con una placa a diez regidores, los incombustibles de 1979 que gobiernan sus municipios desde entonces. Ocho de ellos cuentan su historia:Poner las calles. Lo primero que inauguró Francisco Godín, alcalde de Griñón, fue el asfaltado de las calles. Si gana las próximas elecciones, este veterano regidor inaugurará algo muy diferente: "Un instituto de enseñanza media". Aunque todavía no ha decidido si se presentará. "De alcalde hay ratos malos: hace siete años dimos viviendas baratas a los jóvenes del pueblo y me acusaron de favorecer a este o al otro y lo pasé muy mal".

Aumentar la natalidad. Al regidor Carlos Hernán de Frutos (Montejo de la Sierra, 262 habitantes. Independiente), 20 años le parecen suficientes. Su ciclo terminará con las próximas elecciones: "Ya es hora de que otro ocupe mi lugar". Lo deja con la esperanza de que aumente el índice de natalidad. "Eso ha sido lo más difícil y ha costado mucho trabajo", recuerda. Cuando llegó, en 1979, en el municipio no había agua ni luz. "Pero ahora todo eso ha cambiado completamente", afirma. Su experiencia al frente de Montejo de la Sierra la califica como "altamente positiva" y se retira antes de que sus vecinos se cansen de "verle todos los días".

Rehacer el casco antiguo. En Cervera de Buitrago (96 habitantes), hace 20 años la gente tenía que hacer sus necesidades en la calle. "No había ni alcantarillado. Tuvimos que hacerlo todo. Hasta una depuradora. Eso ha sido lo más difícil de toda la administracion", cuenta el alcalde Matías Martín García, de 55 años, (PSOE). Su principal preocupación es reconstruir el casco antiguo y desarrollar el pueblo porque es "una verdadera joya". Dice que se quedará cuatro años más en el Ayuntamiento porque si la gente no lo quisiera tanto "no repetiría".

Sólo un funcionario. En Villanueva de la Cañada, (9.124 habitantes) sólo había un funcionario hace 20 años, cuando fue elegido para alcalde, el popular Luis Partida, de 53 años. "Fue como un juego. Tenía una persona y ahora tengo 80. Teníamos 11 millones de pesetas de presupuesto y ahora 1.500", señala. Partida asegura que lo más significativo en estos 20 años ha sido el cambio tan "sustancial" que se ha producido en el pueblo.

Pantalón corto y canas. "Entré con pantalón corto y salgo con canas", dice Ángel Batanero, de 49 años, (PP), cuando hace un recorrido por lo que han sido estos 20 años al frente del Ayuntamiento de Sevilla La Nueva. Pero también recuerda que en aquel entonces tenía dos millones de presupuesto y ahora la partida asciende a 900 millones. Y él mismo se asombra cuando recuerda que en el momento de empezar en el Ayuntamiento existían 500 habitantes en el pueblo. "Ahora llegamos casi a 3.000", asegura Batanero.

Recordar a Javichu. Javier Menor (independiente), el alcalde de Cubas de la Sagra (1.397 habitantes), quiere que lo recuerden como "Javichu". Y como "una buena persona". El 13 de junio terminarán sus 20 años al frentre del Ayuntamiento. No se presenta a las próximas elecciones. Su mayor logro, dice, ha sido llevar educación al pueblo. "Yo creo que somos un pueblo de personas cultas", asegura. Cuando comenzó había en Cubas de la Sagra 450 habitantes y ahora 1.616.

El 23 de febrero. Pedro Antonio Mora, alcalde de Fuentidueña desde 1979, del PSOE, intentó ser regidor antes de la democracia. "Pero no me dejaron". Así que se presentó a las primeras elecciones. "Para cambiar las cosas. Y cuando vi que habíamos hecho una Casa de la Cultura comprobé que habían cambiado", añade. Recuerda que el día del golpe de Estado del coronel Tejero se sintió triste pero no asustado. "Y eso que había grupúsculos por el pueblo que gritaban. La tristeza venía porque perdíamos la libertad. El miedo llegó al día siguiente", dice.