Las autoridades brasileñas sancionan a Telefónica con 446 millones de pesetas por problemas en el servicio

Anatel, el órgano regulador de la telefonía móvil, ha anunciado que sancionará a Telefónica con el pago de una multa de 2,9 millones de dólares (unos 446 millones de pesetas) tras detectar problemas en la prestación de servicios en el área de São Paulo, informa Efe. Estos servicios corren a cargo de Telesp, propiedad de la compañía española.El presidente de Anatel, Renato Guerreiro, señaló que en la auditoría efectuada a los servicios de la operadora se detectaron fallos como no informar con anticipación de 90 días el cambio de algunos números telefónicos, no interceptar llamadas dirigidas a números desactivados o interrupciones en el servicio.

La sanción, que aún no ha sido comunicada a Telefónica según señalaron fuentes de la compañía, no pasa a las arcas del Estado brasileño, sino que se abona a los usuarios afectados. Anatel también sancionó a otras operadoras, como la que se ocupa de la telefonía fija del Estado de Río de Janeiro.

Fuentes de Telefónica manifestaron que ya se ha puesto en marcha un plan de choque para acabar con las deficiencias detectadas y el objetivo es que subsanen este mismo mes.

Ésta no es la primera multa que las autoridades brasileñas imponen a Telefónica. El pasado 29 de marzo, el Ministerio de Justicia anunció una sanción a Telesp de 262 millones de pesetas por incumplir un total de seis artículos del código de defensa del consumidor.

Los problemas de Telefónica en Brasil no acaban ahí. La Asamblea Legislativa de São Paulo aprobó el pasado jueves la creación de una comisión parlamentaria encargada de investigar los problemas del servicio que ofrece Telefónica. La compañía española señaló que prestará toda la cooperación que le solicite esta comisión parlamentaria.

Desde Telefónica insisten en que gran parte de los problemas del servicio radican precisamente en la rápida instalación de nuevas líneas que se ha llevado a cabo. "Hemos instalado en menos de siete meses el mismo número de líneas que antes se instalaban en 20 años", remarcan.

En Anatel se considera que la compañía española no se preparó de manera adecuada para hacer frente a las necesidades que requería el proyecto.