Los nuevos bárbaros
La televisión serbia ignora el genocidio en Kosovo como la radio nazi ignoraba el genocidio de los judíos. Porque incluso los ejecutores de las limpiezas étnicas saben que éstas son algo diferente de las guerras, son crímenes que avergüenzan. (...) El aspecto más terrible de las limpiezas étnicas (...) es el hecho de que el río de la historia continúe arrastrando al abismo de la estupidez y crueldad humana a innumerables cadáveres de inocentes que no han cambiado ni podían cambiar los conflictos de poder y de arrogancia. (...) ¿A qué sirven las mentiras, las puestas en escena de la propaganda (...) de todos los regímenes autoritarios? La comparación entre lo que pasa en la Serbia de Milosevic y lo que pasó en los regímenes totalitarios podrá parecer exagerada, propagandística, y quizás lo es en la cantidad, pero en el campo de la estupidez y de la crueldad humana es lícito incluso exagerar. (...) Hace años que seguimos en la televisión y en los periódicos los conflictos étnicos, religiosos y políticos que siguen existiendo en las provincias europeas divididas, (...) que seguimos viendo imágenes de muerte y de sufrimiento, pero en ninguna se ha visto el desencadenamiento de una crueldad de Estado tan ilimitada. (...) La opinión pública (...) no es unánime en la aprobación de la violencia armada por parte de la OTAN, en sus motivaciones oficiales y secretas, en sus métodos, pero está unánimemente angustiada, desesperadamente incrédula ante el horror de la limpieza étnica, ante esta nueva barbarie. (...)
7 de abril
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.