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RESIDUOSCRÍTICAS A LA "MALA GESTIÓN" DE LA DIPUTACIÓN

El coste del tratamiento de la basura en Valencia se ha duplicado con el PP

El coste del tratamiento de los residuos urbanos en la provincia de Valencia se ha duplicado durante los cuatro años de gestión del PP en la Diputación. De las 2.452 pesetas que costaba tratar cada tonelada de desperdicios en las plantas de Ador y Guadassuar en 1995 se ha pasado, tras la última subida de marzo, a una cifra próxima a las 5.500 pesetas. La mayor parte de este incremento la vienen soportando las arcas de la Diputación de Valencia (que ha tenido que destinar unos 800 millones adicionales a la gestión de residuos). El precio público que se cobra a los ayuntamientos ha aumentado cerca de un 20% (de 1.704 a 2.143 pesetas entre 1995 y 1998). La Diputación intentó que la subida fuera mayor, pero se echó atrás por la oposición de los consistorios. Pero el ente provincial se ha pronunciado varias veces a favor de que los ayuntamientos paguen una cantidad más aproximada al coste real de la gestión de los desperdicios. De momento, este año ha equiparado el precio público al coste real (5.478 pesetas en Guadassuar y 5.562 en Ador), aunque promete subvenciones para los municipios. El PSPV y NE achacan el brutal incremento en el coste de tratamiento de la basura a "la mala gestión del PP". Le acusan de no haber construido vertederos y colmatar los que existían (lo que le ha forzado a pagar un precio "muy elevado" en el basurero de L"Alcora), además de aumentar los gastos de personal de Girsa [la empresa de residuos de la Diputación] al incrementar en un 50% su plantilla. La mayor parte de la subida en el coste del tratamiento (de 2.531 a 4.831 pesetas) se produjo en un solo año, entre 1996 y 1997, cuando la Diputación se vio obligada a recurrir a vertederos lejanos. Pero, sin que se produzca otra crisis de la basura, el precio volvió a subir en marzo: 146 pesetas por tonelada en Guadassuar y 230 en Ador, que le costarán otros 63 millones a los ayuntamientos. El PP alegó que tenía que hacer frente al mayor coste por la puesta en marcha, hace un año, de unas máquinas embaladoras. Unas razones que no convencen a la oposición. Desde NE, Vicent Soriano, sospecha que la subida sólo pretende aumentar la rentabilidad de las dos plantas de tratamiento antes de una posible adjudicación de su gestión a FCC, la empresa que ha adquirido el 49% de Girsa.

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