Rugova, fuera del Gobierno kosovar tras su entrevista con Milosevic
Los motivos que condujeron al líder kosovar Ibrahim Rugova a entrevistarse el pasado jueves y firmar una declaración conjunta en Belgrado con el presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, permanecen sin aclarar. Pero, de momento, el Gobierno kosovar ha decidido expulsarlo de sus filas, tras ver por televisión cómo saludaba cordialmente al líder serbio y abogaba por una solución política.Todo parece indicar que la entrevista que Rugova concedió la víspera, en su casa de Pristina, a una media docena de periodistas se realizó sin coacciones, al menos aparentes.
Ni el bombardeo del centro de Belgrado hace olvidar la sorprendente aparición, el pasado jueves, de un Rugova, primero tenso y luego sonriente, al lado de Milosevic. Para los kosovares, sólo se explica lo ocurrido si Rugova, alias El Gandhi de los Balcanes, se encontrase bajo alguna presión por parte del régimen de Belgrado. De no ser así, Rugova merece el calificativo de traidor. La OTAN y la Unión Europea querrían que Rugova les explicara de forma directa su postura.
Recibir informaciones de Pristina estos días resulta una tarea casi imposible. Los teléfonos celulares parecen todos cortados. En Belgrado se explica que no funcionen porque, al parecer, los bombardeos han dañado una torre de comunicación. Los teléfonos de los domicilios particulares o no contestan o no hay forma de conseguir comunicación. Por eso, las informaciones llegan con cuentagotas y de forma indirecta.
Los serbios mediaron
Según fuentes periodísticas próximas a uno de los autores de la entrevista de la víspera del encuentro con Milosevic, la entrevista se realizó gracias a la mediación del Centro de Prensa serbio de Pristina, que facilitó el acceso a los periodistas a la casa de Rugova, en la parte alta de Pristina, donde vigilaba un coche de la policía serbia.A la entrevista acudieron un colaborador serbio de la agencia France Presse y varios periodistas de cadenas griegas de televisión que todavía se encuentran en Pristina. Los griegos son hoy día los ciudadanos más amados en Yugoslavia, por sus manifestaciones contra la OTAN y por tratarse de hermanos ortodoxos.
Rugova recibió a los periodistas en una habitación de la planta baja de su casa, estaba acompañado de su guardaespaldas habitual kosovar y habló, sin intérprete, en francés e inglés. Los periodistas no vieron a ninguna otra persona en la casa, pero podían encontrarse en habitaciones interiores.
Rugova dijo que aceptó la protección de la policía serbia, que vigila con un coche a la puerta de la casa. Sería importante aclarar el carácter y hasta dónde llega esa protección. Sobre todo, por el bien del propio Rugova.
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