Condenado a muerte el ucranio que asesinó a 52 personas, entre ellas niños

Anatoli Onopriyenko, el ucranio que asesinó de manera brutal a 52 personas entre 1989 y 1996, fue condenado el jueves a la pena de muerte por el tribunal provincial de Zhitómir. Era la pena que pedía el fiscal y la mayoría de los ucranios, horrorizados por los asesinatos cometidos por Onopriyenko, un ex soldado y marinero. Entre sus víctimas hubo 10 niños y cuatro ancianos. La condena capital fue dictada a pesar de que Ucrania debía haber eliminado la pena de muerte en 1998, tres años después de su ingreso en el Consejo de Europa.El Parlamento ucranio no ha aprobado aún la eliminación de la pena de muerte, si bien el presidente Leonid Kuchma suspendió las ejecuciones en marzo de 1997. Sin embargo, no se descarta que en esta ocasión Kuchma permita la ejecución. La mayoría de los políticos y de la sociedad ucrania piensa que hay que fusilar a Onopriyenko, dada la crueldad que demostró al cometer sus crímenes y su total falta de arrepentimiento. "No hay lugar en el país para estos seres inhumanos", declaró el año pasado Kuchma, quien puntualizó que no veía otro castigo justo sino la muerte.

Onopriyenko afirmó en el juicio que volvería a matar si pudiera. "Es lo único que hago bien", dijo ante la televisión. Él mismo se considera "una criatura de Satanás" y piensa que debe ser ejecutado en público.

Los psiquiatras que examinaron a Onopriyenko llegaron a la conclusión de que el asesino estaba en su sano juicio cuando cometió los crímenes y que en muchos casos actuó con premeditación y alevosía. El móvil aparente era el robo, aunque muchas de sus víctimas apenas tenían cosas de valor. Pero Onopriyenko no desdeñaba nada: en una ocasión robó un paquete de dos kilos de azúcar; en otra, unos colgadores de plástico; en una tercera, un bote de espuma de afeitar. Después regalaba estas cosas a sus familiares, que no podían imaginar que pertenecían a personas asesinadas. Para matar le servía cualquier instrumento, ya fuera una pala, un martillo, una pesa o un cuchillo.

Serguéi Rogozin, cómplice de Onopriyenko en los nueve primeros asesinatos, fue sentenciado el jueves a 15 años de prisión.