Industria no prevé nuevos hundimientos en Abanto y anuncia que el informe de riesgos se conocerá en dos meses

La población de Abanto no tiene porque temer que se repita un nuevo hundimiento de una cámara de explotación minera, tal y como sucedió el pasado 16 de marzo, creando gran alarma en el municipio vizcaíno. El siniestro en la mina abandonada de Agruminsa provocó la desaparición de una vivienda, una chatarrería, un desguace, una empresa de andamios y parte de la carretera. "No existe situación de riesgo y el núcleo urbano no se ve en absoluto afectado", aseguró ayer Rubén Mendiola, director de Administración de Industria y Minas, del Departamento de Industria del Gobierno vasco. Mendiola argumentó que ocupa el cargo desde hace un mes para justificar su desconocimiento de la situación de la mina y de la existencia de informes que advertían del riesgo de posibles hundimientos. "El responsable de la situación de la mina es la empresa minera Agruminsa", resaltó el responsable de Industria. A pesar de ello, expresó su interés en salir al paso de "la inquietud y polémica" que ha suscitado entre los vecinos de Gallarta y Abanto el hundimiento de la mina abandonada Bodovalle, en el barrio Buenos Aires del municipio vizcaíno. El propio alcalde de Abanto ha expresado públicamente su incapacidad para garantizar tranquilidad a la población. El director de Administración de Industria rechazó las acusaciones de "negligencia" que la Alcaldía ha vertido sobre el Gobierno vasco por no haber actuado pese a contar con un precedente, ya que en 1987 se produjo otro hundimiento. "En absoluto hemos sido negligentes. Las medidas que hemos adoptado nos dejan la conciencia bien tranquila". No obstante matizó que, de haberse tomado medidas, tendrían que haber sido por parte de la consejería de Industria que en aquel entonces estaba en manos del PSE, partido al que pertenece el actual alcalde de Abanto. Ruben Mendiola aseguró que no existe una situación de riesgo que justifique ampliar el acordonamiento instalado tras el siniestro. Hizo esta afirmación mientras mostraba un plano que señala que en el área del accidente se registran unas cincuenta grandes cavidades de la explotación minera, pero ninguna bajo núcleos urbanos. "Sólo hay alguna edificación dispersa sobre la que no existe una situación de peligro que aconseje adoptar medidas adicionales", indicó Mendiola. En el mapa, que fue entregado ayer a los habitantes de Abanto y Zierbana, se aprecia una cincuentena de cámaras que se extienden desde la línea del ferrocarril entre los barrios de Putxeta y La Hera, hasta la mina Concha Segunda, y afecta a varias viviendas habitadas y a los depósitos de agua en torno al Preventorio, según fuentes municipales que cita Efe. Sin embargo, la Dirección de Minas insistió en que la situación de las cámaras no significa que haya riesgo inminente en su superficie. "Tampoco se aprecian indicios de posibles desplomes en las bóvedas", remachó. El departamento no dispondrá de un informe definitivo hasta dentro de dos meses. El consejero Josu Jon Imaz podría visitar la zona próximamente, según se anunció ayer. El grupo de IU-EB solicitó ayer su comparecencia en la comisión de Industria del Parlamento vasco.