Un autor del "robo del siglo", juzgado en Elche por tenencia de armas

Dieter Müller, uno de los autores del denominado robo del siglo perpetrado el 1 de septiembre de 1997 en la oficina central de Correos de Zúrich (Suiza), en el que los asaltantes se apoderaron de 35,3 millones de dólares (unos 5.500 millones de pesetas), acudió ayer al Palacio de Justicia de Elche, extraditado de Suiza, para ser juzgado por un supuesto delito de tenencia ilícita de armas. Desde su detención en Torrevieja a finales de ese mismo mes, Müller ya se ha enfrentado a la justicia española en una ocasión, en la que negó ante la Audiencia Nacional su implicación en una operación de blanqueo de dinero.

Ahora se le juzga porque cuando fue detenido estaba en posesión de una pistola marca Bauer de 25 milímetros, por lo que el fiscal del proceso solicita la pena de un año y seis meses de prisión. La defensa, mientras tanto, pide la libre absolución al alegar que el joven de 23 años "no tenía conocimiento del mecanismo de uso del arma y desconocía que funcionara", según aseguró su abogado, Marcos García Montes. La sentencia se conocerá en los próximos días. Tras perpetrar el famoso robo de Zúrich, Müller se trasladó hasta Almoradí, una pequeña localidad de la Vega Baja de Alicante, en la que adquirió un lujoso chalé que pagó al contado. Los casinos, joyerías y comercios de alto nivel de la zona fueron muy frecuentados por el joven, de ascendencia española. Horas antes de su detención, compró un BMW, capricho que a la postre le costaría el arresto. Tras dos días de investigaciones, Dieter Müller fue apresado en Torrevieja, y entre los objetos que se le incautaron figuraba la pequeña pistola, que ocultaba en el forro del pantalón, junto al tobillo. García Montes asegura que su cliente la compró en Barcelona por 80.000 pesetas "por miedo a ser robado". No es de extrañar, ya que durante su estancia en Alicante, y quizá por no fiarse de los malechores de la zona, realizó un ingreso en metálico de 371 millones pesetas en francos suizos en el Banco Central Hispano de Torrevieja. Ante el suculento ingreso, la sucursal bancaria puso sobre aviso a la brigada del Banco de España, que comenzó a indagar el origen del dinero. En medio de las investigaciones financieras, Müller acudió a la Comisaría de Policía de Elche para realizar unos trámites burocráticos relacionados con la adquisición de su flamante vehículo. La pantalla del ordenador de la Policía dio el toque de alarma: el joven tenía una orden internacional de búsqueda y captura expedida por la Fiscalía Penal de Zúrich. Tras una persecución policial de ocho kilómetros, el vehículo que conducía fue interceptado en la entrada a Torrevieja. El juicio por el robo del siglo, en el que se juzga a cinco atracadores, se celebrará en Suiza en octubre.