_
_
_
_
Crítica:CLÁSICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La exquisitez

Bárbara Bonney centró su última actuación madrileña en el romanticismo tardío, mundo de "nostalgias, melancolías, viajes divagadores e ironía como saber de la extrañeza", como afirma Blas Matamoro en un sugerente ensayo incluido en el programa de mano. Es un mundo que Bonney contempla desde el buen gusto, la interiorización y la delicadeza. De Brahms a Wolf, de Grieg a Richard Strauss, la soprano lírica norteamericana se instaló en la exquisitez y de ahí no salió. En Grieg desplegó un encanto irresistible y con Richard Strauss alcanzó el umbral de la genialidad.Brahms fue el punto de partida de una primera parte que desembocó en seis canciones de Grieg, expresadas por Bonney con naturalidad, gracia sutil y frescura melódica. Lo popular y lo culto convivían en la sencillez. El hechizo del canto intimista se imponía.

Bárbara Bonney

Bárbara Bonney (soprano). Con Malcolm Martineau (piano). Canciones de Brahms, Grieg, Wolf y Strauss. Ciclo de Lied. Fundación Caja Madrid. Teatro de La Zarzuela, 29 de marzo.

La categoría del pianista Malcolm Martineau emergió sobre todo a partir de Wolf. Una característica muy positiva de este ciclo de Lieder es el gran nivel de los pianistas de acompañamiento.

El dialogo voz-instrumento, palabra-música, se multiplica así con naturalidad. El Wolf de Bonney no está excesivamente intelectualizado, pero desprende una sensación de cercanía.

Al oír un buen strauss, casi como un resorte, surge para muchos espectadores el recuerdo de la soprano alemana Elisabeth Schwarzkopf. No se trata tanto de una comparación, en este caso, como de una referencia de leyenda.

Bárbara Bonney canta strauss de forma muy diferente a la Scwarzkopf. El strauss de Bonney roza la perfección. Está lleno de verdad. Los matices son ricos, el fraseo elegante, el control respiratorio exacto. Posee un desarrollo melódico y musical que envuelve en una complejidad misteriosa.

Bonney volvió en los bises a Grieg y Strauss, despidiéndose con Morgen. Lo justo para finalizar una tarde memorable.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_