_
_
_
_

Asistencia médica a través del ordenador

Programa europeo para aplicar la telemedicina en los sistemas sanitarios de emergencia

El futuro desarrollo de la medicina es aún imprevisible, pero, en lo que se refiere a la asistencia sanitaria, la revolución telemática ya está en marcha. En Europa, un sistema único de comunicaciones sanitarias está dando los primeros pasos, el proyecto Héctor, en el que participan nueve países y tiene como objetivo desarrollar las aplicaciones de la telemedicina. Nadie duda de que en pocos años se podrá consultar con el médico a través del ordenador personal y que la teleconsulta será una práctica habitual entre los profesionales de la medicina. Sólo falta organizarlo.

El proyecto Héctor (asistencia a las emergencias sanitarias a través de recursos telemáticos operativos), cuyo coordinador es el español Miguel Camacho, pretende ser esa red común con la que se gestione la salud de los europeos. En él participan 45 empresas de nueve países, con un presupuesto de 7,5 millones de ecus (1.250 millones de pesetas), de los que la Unión Europea aporta el 50%.Héctor se enmarca dentro del IV Programa Marco I+D. Sus objetivos principales son dos: construir un sistema integrado basado en las tecnologías existentes, a las que se le incorporan las nuevas capacidades multimedia y de telecomunicaciones, y aplicar estas nuevas tecnologías para mejorar el rendimiento de las organizaciones sanitarias.

"Los cambios van a ser tan espectaculares en tres o cuatro años que ni siquiera nosotros, los expertos, podemos predecirlos. Todo dependerá del ritmo con el que crezca la demanda social", dice Miguel Camacho, presidente del comité organizador de la I Conferencia Internacional sobre Telemática en Emergencias Sanitarias, que recientemente reunió en Sevilla a 200 expertos de 15 países (los más desarrollados del mundo) para discutir la aplicación telemática (telecomunicaciones más informática) a los cuidados de la salud.

Al alcance de la pantalla

Alemanes, franceses, británicos, suecos... Todos los reunidos han coincidido en señalar que el cambio es imparable. Muy pronto, cualquier persona podrá desde su casa, con sólo apretar un botón en su televisor, ponerse en contacto con el especialista del hospital o con su médico de cabecera y, de forma instantánea, aparecerá en la pantalla la figura del médico, con el que podrá conversar, a partir de su historial clínico, visualizando las gráficas de sus constantes vitales (temperatura, pulso, presión arterial), radiografías, etcétera, que simultáneamente irán apareciendo en el monitor.Las nuevas tecnologías (microcámara de televisión, microprocesador, ordenador portátil) y la telefonía móvil digitalizada, "GSM, o cualquier otro sistema de telefonía", aclara Camacho, hacen ya posible este avance. "En realidad, a partir de ahora, una persona, esté donde esté, va a tener a su médico al alcance de una llamada de teléfono". El problema será, como ahora, de organización; es decir, garantizar que al otro lado del hilo haya un médico disponible para la teleconsulta. Algunos países tienen ya experiencias exitosas. Suecia, por ejemplo, ha aportado un sistema de teleconsulta marítimo que puede resolver muchos problemas en situaciones de emergencia. Ante la gravedad de un pasajero, el capitán del barco, valiéndose del ordenador portátil, puede establecer contacto vía satélite con el hospital más próximo y un equipo de especialistas aconsejará "en directo y viéndose en pantalla" qué se ha de hacer con el enfermo. Italia ha desarrollado un sistema de seguimiento real sobre plano de la ruta de las ambulancias, y el reino Unido, un sistema de UVI móviles dotadas con cámaras de vídeo y conectadas al hospital.

"Héctor ha creado", explica Camacho, "un sistema propio y único de evaluación de pacientes que hasta ahora no existía. La medición continua de las constantes vitales del enfermo que esta tecnología permite nos ha proporcionado datos hasta hoy desconocidos".

Héctor permitirá que, cuando se produzca una catástrofe, tanto el equipo coordinador como los médicos de los hospitales estén viendo en todo momento qué está ocurriendo en el lugar de los hechos.

"De esta forma se gana tiempo, se salvan más vidas, se hace mejor uso de los recursos y se evitan viajes innecesarios de helicópteros y ambulancias. En definitiva, mejoraremos la calidad asistencial, además de ahorrar mucho dinero".

El futuro de Héctor está asegurado, según Camacho. No sólo lo apoya la Unión Europea, sino que países como EE UU o Japón, hasta ahora ajenos a él, están decididos a incorporarse al proyecto.

Las incógnitas sobre su financiación, cuando la red esté prácticamente extendida a todos los usuarios, aún no han sido desveladas. Pero, en opinión de Camacho, todo apunta a que sean las operadoras de telecomunicaciones, "al fin y al cabo las principales beneficiarias", dice, las que, mediante el pago de un canon, financien el proyecto.

Los responsables de la Unión Europea han expresado su intención de liderar el desarrollo de Héctor en África y en América Latina.

Dos experiencias en Andalucía

Entre las empresas españolas colaboradoras del programa Héctor, de promoción de la telemedicina, destacan el Instituto Español Carlos III de Madrid y la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias de Andalucía (EPES).El Carlos III participa con varios programas; entre ellos, uno dedicado al estudio de la apnea del sueño desde el mismo domicilio del paciente, aplicando un sistema de monitorización que registra las paradas respiratorias y las comunica por teléfonía móvil. Por su parte, la empresa andaluza de emergencias tiene en marcha dos proyectos, denominados Alcora y Cronos, que permiten la colaboración a distancia en tiempo real, por ejemplo, entre un médico de cabecera y el equipo de especialistas del hospital.

En el caso de Alcora -que se está desarrollando en el Centro de Salud de Ubrique (Cádiz)-, los médicos de atención primaria disponen de la tecnología necesaria para hacer el seguimiento, mediante videoconferencia, de la historia clínica de una emergencia junto con el equipo hospitalario.

Cronos, en cambio, concebido para operar en ámbitos urbanos o en situaciones de catástrofe, consiste en un sistema telemático integrado que permite intercambiar información entre el centro coordinador de emergencias, las UVI móviles y el hospital de referencia.

Las UVI móviles aparecen dotadas de un ordenador portátil, una impresora, un monitor de constantes y un teléfono móvil GSM. En este caso, los profesionales sanitarios ubicados en el centro coordinador no sólo apoyan a los equipos de emergencia, sino que posibilitan que el hospital de destino disponga, antes de que llegue el paciente, de toda la información necesaria sobre él, asegurándose con ello su óptima recepción. Este proyecto ha comenzado a desarrollarse en febrero pasado entre el centro coordinador de la EPES, en Cádiz, y el hospital de Jerez.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_