La OTAN denuncia que Serbia ha lanzado una gran operación de limpieza étnica en Kosovo

El régimen serbio ha respondido a las oleadas de bombardeos aliados con una gran operación de limpieza étnica en Kosovo. La OTAN denunció ayer que más de 50.000 personas han sido desplazadas en los últimos días hacia las fronteras -especialmente la albanesa -, y pueblos kosovares enteros han sido desalojados e incendiados. La Alianza Atlántica estimó ayer que más de medio millón de personas, uno de cuatro habitantes de Kosovo, ha tenido que abandonar la provincia a lo largo del último año.

Para la OTAN se trata del "mayor desastre humanitario en Europa desde la II Guerra Mundial" y el portavoz de la Alianza, Jamie Shea, afirmó que el nuevo éxodo "no es nada espontáneo". Tanto Shea como el secretario general de la Alianza, Javier Solana, se esforzaron ayer en disipar las dudas que pudiera suscitar el hecho de que los bombardeos aliados no han servido para frenar la represión del régimen de Milosevic contra los kosovares, sino todo lo contrario. Solana intervino ayer varias veces para defender que el éxodo no es consecuencia de la intervención aliada y que la huida de la población responde a una estrategia de limpieza étnica. "Si no hubiéramos atacado, la situación sería ahora igual o peor, y a lo mejor sería ya tarde para hacer algo para pararla", dijo. Según informó la OTAN, todos los miembros de la delegación albanokosovar que participaron en las conversaciones de paz de Rambouillet han tenido que pasar a la clandestinidad, entre ellos el líder moderado Ibrahim Rugoba, cuya casa fue incendiada por fuerzas serbias. Entretanto, en varios países se registraron protestas contra la intervención de la OTAN. En Moscú, unos desconocidos lanzaron una granada contra la Embajada de EE UU.