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El mestizaje y el hormigón

En plena madurez creativa, los arquitectos mexicanos Ricardo Legorreta, Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky continúan proyectando por todo el mundo algunos de los mejores edificios del siglo XX. Sus mejores trabajos, en forma de maquetas, planos, diseños e imágenes han sido agrupados en una exposición presentada la pasada semana en el Museo de Navarra, en Pamplona. El Ministerio de Fomento, Gobierno foral, Instituto Nacional de Bellas Artes de México e Iberia han contribuido a organizar esta exposición que en realidad reúne dos muestras. Una dedicada al trabajo de Legorreta y otra, a la labor conjunta durante más de 30 años de González de León y Zabludovsky. El arquitecto mexicano Óscar Urrutia, comisario de la exposición, señaló que la obra de estos tres grandes creadores, que han superado los 70 años de edad, aglutina dos de las principales corrientes arquitectónicas de México en el presente siglo. Legorreta exhibe en su amplio trabajo una clara muestra de la plástica mexicana, perfecta simbiosis de la raíz prehispana y la arquitectura heredada del dominio español. "Siguiendo la línea del gran Luis Barragán, sus edificios son poesía y misterio de color y formas que enlazan al ser humano con los espacios", indicó Urrutia, quien destacó el paralelismo de algunos de sus más prestigiosos trabajos con la arquitectura maya y azteca de la América precolombina. Entre sus más afamados edificios se encuentran la catedral de Managua (Nicaragua), el Museo del Niño y la Ciudad de las Artes, en México DF, las bibliotecas de Monterrey y San Antonio (Texas), el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey o el hotel Westin Regina, en Ixtapa. Respecto a González de León, cuyo estudio está actualmente en Berlín, y Zabludovsky, que ahora desarrolla proyectos en Israel, el comisario señaló que su dominio del hormigón armado es "asombroso". En sus trabajos, este material barato y generador de gran cantidad de mano de obra "se convierte en un líquido a moldear en las formas en que se quiera proponer". Debido a su mal envejecimiento, los dos arquitectos investigaron la adición con agregados que le dieran permanencia y realizaron algunos de sus más prestigiosos proyectos incluyendo triturados de mármol. El Museo de Arte Contemporáneo Internacional Rufino Tamayo, en pleno corazón verde de México DF, el parque de Chapultepec, es, quizá, una de sus creaciones más extraordinarias, un edificio mimetizado con el bosque del entorno y parcialmente cubierto con taludes vegetales. En su larga lista de obras destacan también el Colegio de México, la embajada mexicana en Brasilia, el Auditorio Nacional, el Fondo de Cultura Económica, el edificio Arcos Bosques Corporativo y una miniciudad de 165 metros de altura construida en la Ciudad de México. La exposición permanecerá abierta hasta el 2 de mayo, e incluirá diversas conferencias.

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