No hace falta ir a La Habana
En relación con la carta de Míriam López, quisiera comentar un par de cositas. No hace falta ir a La Habana (que sigue siendo del Tercer Mundo) para ver según qué cosas. Dése una vuelta por la página 32 del mismo periódico del 23 de marzo y quédese con la foto del barrio de La Celsa en Madrid, donde se ve a los toxicómanos viviendo en chabolas inmundas y, al lado, la protesta de los conductores de autobús del barrio, que se tienen que vacunar contra la tuberculosis y la hepatitis B. Y si no voy errado, Madrid está en el Primer Mundo.Yo también he leído y he visitado Cuba más de una vez (y no sólo La Habana). Le aconsejo a Míriam que en su próximo viaje se dé una vuelta por el resto de la isla, visite algún hospital, escuelita, asilo de ancianos, casa de cultura, etcétera, hable a fondo con la gente y quizá su opinión cambie un poquito.
En cuanto a lo de Fidel, sólo una cosita. En una situación como la cubana no hay dirigente en el mundo (por muy dictador que fuera) que aguantase en el poder tanto tiempo si no tuviera el respaldo de la inmensa mayoría de su pueblo. Y más tratándose del cubano, que ha demostrado a lo largo de la historia su rebeldía y su coraje.- Jordi Mata Solanes.
