Espaldarazo a Arafat

LA DECLARACIÓN de la Unión Europea en Berlín apoyando explícitamente la creación de un Estado palestino y poniéndole plazo representa una señalada victoria política para Arafat y es un paso adelante de los Quince respecto del reconocimiento en Cardiff, el año pasado, del derecho de los palestinos a la autodeterminación. Se entiende así la irritación del primer ministro israelí, que acusó ayer a los Gobiernos europeos de haber perdido credibilidad como mediadores en Oriente Próximo, e invocó el holocausto para enfatizar los peligros que corre el Estado de Israel. Netanyahu ya había tenido que escuchar de muy mala gana, en diciembre, defender a Clinton en Gaza las aspiraciones palestinas.La oposición del primer ministro israelí a un Estado palestino es el elemento central de su campaña para ser reelegido en las elecciones del 17 de mayo, anticipadas tras la ruptura de su coalición derechista a raíz de los acuerdos de Wye, en octubre pasado. Esas mismas discrepancias paralizaron definitivamente el cumplimiento por parte israelí de nuevos repliegues militares en Cisjordania y Gaza.

El 4 de mayo de este año, fecha manejada por Arafat para la proclamación del Estado palestino, es el día en que según los acuerdos de Oslo, firmados por Israel y la OLP en 1993, deberían concluir las negociaciones entre los dos bandos sobre el estatuto definitivo de Cisjordania y Gaza y la suerte de Jerusalén oriental, de las colonias judías y los refugiados. En realidad, desde la llegada al poder de Netanyahu, en junio de 1996, el diálogo no ha avanzado más allá de la devolución a los palestinos de un simbólico porcentaje del territorio ocupado.

La UE ha dado a Arafat las dos respuestas que éste necesitaba a cambio de aplazar la proclamación. El líder palestino quería que Europa pusiera fecha fundacional a su Estado y un reconocimiento explícito del derecho palestino al mismo. Los Quince han sido claros en Berlín. Reafirman el inequívoco derecho palestino a la autodeterminación y creen que el surgimiento de un Estado palestino soberano, que se dicen dispuestos a reconocer inmediatamente, es la mejor garantía de seguridad para Israel. La Unión Europea considera que un año es tiempo suficiente para acabar de una vez las negociaciones entre ambas partes. Netanyahu aseguró ayer que su país no acepta "un dictado exterior con el plazo ya establecido en el año 2000". El primer ministro sigue abogando por un autogobierno limitado de los palestinos y amenaza con imponer la legislación israelí en partes de Cisjordania y Gaza.

La decisión europea debe ser bienvenida. Después de los comicios generales de mayo, o de su segunda vuelta en junio, Israel tendrá que tomar decisiones cruciales para su futuro. Tanto Washington como Europa han dejado claro ya que sería bueno para todos, para Oriente Próximo y para el resto del mundo, que esas iniciativas las adopten por mandato de las urnas quienes crean en una paz justa con los palestinos y estén dispuestos a hacer concesiones para lograr por fin una convivencia civilizada.