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La silla vacía del concejal Villoria

Antonio Jiménez Barca

Por primera vez en 10 años, en más de 120 plenos, el asiento ocupado por el concejal de Obras, Enrique Villoria, estuvo vacío. Cuando el secretario municipal leyó el punto por el que, oficialmente, el hasta ayer edil de Obras renunciaba al cargo que había desempeñado desde 1989, los concejales, de uno u otro partido, enmudecieron. Era la primera dimisión de un edil del gobierno municipal durante el mandato de Álvarez del Manzano.Fue el tema del día. Los demás apartados se leyeron y discutieron rápidamente, como si no importaran demasiado. Los concejales del PP repitieron ayer en los corrillos que se formaron en el Patio de Cristales lo que mismo que han venido señalando durante todo este mes: que los negocios privados de Villoria estaban mal, pero que no eran tan importantes ni de tanta magnitud como para dimitir.

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El concejal Juan Antonio Gómez-Angulo especificó que Villoria no había cometido ninguna ilegalidad, pero precisó: "El político debe mantener un comportamiento ético mucho mayor que el de cualquier otra persona". Y aclaró: "Pero no se puede ni se debe impedir que los políticos o los hijos de los políticos disfruten de las mismas ventajas que el resto de los ciudadanos. Los políticos no somos marcianos que vivimos fuera de la sociedad". Entre los ediles del PP se ha abierto paso lo que denominan "miedo al titular de prensa". Un miembro del equipo de Gobierno recibió hace poco un anónimo que le acusaba de ciertas irregularidades inmobiliarias y corrió a los despachos de la oposición con documentos para demostrar que todo era infundado.

Para un alto cargo municipal, la caída de Villoria implica un duro golpe para el alcalde. "Entre otras cosas, se ha quedado sin alguien eficaz y práctico que hacía túneles cuando decía que iba a hacer túneles o hacía puentes cuando se acordaba que había que hacer puentes".

Para la oposición, sin embargo, la dimisión de Villoria, que respetan "como decisión personal", no basta. El portavoz del PSOE, Juan Barranco, pidió ayer en una moción de urgencia la dimisión del alcalde. "No voy a incidir en las causas del cese del concejal de Obras porque iba a salir mal parado", señaló Barranco. Inmediatamente después, ennumeró los que, a su juicio, han sido los "escándalos" más importantes de los últimos meses del gobierno de Álvarez del Manzano. Luego le pidió al alcalde que siguiera el ejemplo de Villoria. IU se sumó a esta iniciativa. El PP la rechazó con ironía: "Supongo que entenderán que votemos en contra", dijo José Ignacio Echeverría.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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