Rescatados 30 cadáveres del túnel del Mont Blanc, convertido en 'horno' durante dos días

Las dimensiones del incendio que ha arrasado desde el miércoles el túnel que une Francia e Italia bajo el Mont Blanc empezaron a conocerse ayer, cuando los bomberos lograron llegar al único tramo del subterráneo donde aún había esperanzas de encontrar supervivientes. Los equipos de rescate franceses, italianos y suizos encontraron tan sólo un pavoroso paisaje de guerra, con restos de decenas de vehículos calcinados, de donde fueron extraídos los cadáveres de las al menos 30 personas que han muerto. Conforme desaparece el humo del túnel, comienza la polémica sobre sus sistemas de seguridad.

Además de los 30 cadáveres recuperados, los bomberos franceses e italianos constataron que dentro del túnel hay alrededor de 48 vehículos completamente calcinados. La tragedia, provocada por un camión belga que el miércoles por la mañana se prendió fuego por una avería en el motor, ha desatado la polémica, tanto en Italia como en Francia, sobre la seguridad en este túnel de 11,6 kilómetros de longitud. Los ecologistas franceses habían denunciado reiteradamente el peligro que entrañaba el paso de vehículos pesados por el subterráneo. Es más, ayer se supo que un informe del departamento de bomberos francés alertó el año pasado sobre la "trampa mortal" en que se convertiría el túnel en caso de incendio. El diagnóstico señalaba las deficiencias del sistema de ventilación y adelantaba las dificultades con las que se encontrarían los equipos de rescate, especialmente si quedaban atascados vehículos en el interior. Los bomberos franceses anunciaron con pelos y señales lo que ha ocurrido esta semana.Apenas media docena de camiones que seguían al vehículo que se incendió pudieron dar media vuelta y abandonar el túnel por la salida italiana. Para el resto de los camiones y coches particulares que se encontraban en las proximidades del kilómetro 6,5 del túnel, es decir, a unos cuatro kilómetros de la salida italiana, a las 11.05 del miércoles, la suerte fue otra. Las llamas se propagaron casi instantáneamente por el subterráneo, engulléndolo todo a su paso. La temperatura en los tramos afectados llegó a alcanzar de 400 a 1.300 grados centígrados, dependiendo de la zona. "Fue como si un volcán hubiera entrado en erupción", explicaría uno de los bomberos que intentó en vano penetrar en el interior.

Sistema de refugios

El túnel bajo el Mont Blanc, que empezó a funcionar hace 34 años, está dotado de un sistema de refugios presurizados distribuidos a ambos lados del recorrido cada 600 metros. Son cabinas aisladas de 35 metros cuadrados con teléfono, en las que, en teoría, se puede permanecer a salvo durante muchas horas. La esperanza de los equipos de salvamento era que el refugio 20, el más próximo al desastre, hubiera podido acoger a algunos supervivientes. Setenta y dos horas después de comenzado el incendio, y tras lograr que las temperaturas dentro del subterráneo bajaran a los 70 grados, los bomberos pudieron entrar finalmente y comprobar que no había supervivientes.Desde el lado francés, el jefe de los bomberos, el comandante Chivot, no pudo reprimir su exasperación ayer a la vista de sus compañeros, que se han jugado la vida tratando infructuosamente de alcanzar el núcleo del incendio, el tramo de 600 metros convertido en un auténtico horno: "Sin odio, pero con la máxima pasión, quiero decir que nuestra misión no consiste en que sacrifiquemos nuestra vida por estupideces", manifestó, aludiendo a la deficiencia de las condiciones de seguridad y subrayando que los refugios del túnel destinados a convertirse en cortafuegos se habían convertido en "ollas a presión".

Ruggiero Borgia, administrador delegado de la sociedad que gestiona el túnel, del lado italiano, salió ayer al paso de las críticas procedentes de ambos países. "Los sistemas de alarma han funcionado inmediatamente, los equipos de rescate han sido eficaces. No se podía hacer nada más". Ayer sólo habían sido identificadas nueve de las 30 víctimas recuperadas.

Pero el análisis del director del Centro de Estudios de Túneles, Philippe Sardin, contradice con contundencia las declaraciones de Borgia. Las insuficiencias del sistema de ventilación, concebido a finales de los años cincuenta, parecen explicar la terrible temperatura y la densidad del humo, que impide la visibilidad mas allá de los 40 centímetros, según Sardin. A su juicio, la modernización de los sistema de aireación y antiincendios del túnel del Mont Blanc, hoy día obsoletos, requeriría, dijo, "una inversión de miles de millones de francos".

A la espera de que se disipe la humareda y quede al descubierto el alcance de la tragedia humana, el alcalde de Chamonix, Michel Charlet, reclamó ayer que se prohíba circular por el túnel a los 750.000 camiones que los utilizan anualmente. El alcalde cree que la causa de la tragedia reside, más que en las deficiencias de los sistemas de seguridad, en la concepción misma del túnel, construido en los años sesenta y carente de galería de evacuación.