"Esto es impresentable, me han hundido las vacaciones"
El aeropuerto de Barajas se convirtió ayer de nuevo en una trampa para los pasajeros. Insultos, enfados y más de una voz en alto se oyeron en las oficinas de tránsito y reclamaciones. Los más perjudicados fueron los usuarios que hacían escala en Madrid. Por ejemplo, un nutrido grupo de pasajeros procedente de Tenerife que tenía que salir por la tarde para México. La falta de vuelos les hizo no poder disfrutar de un día de estancia, de los siete previstos, en la capital azteca. "Una vez más han hecho la faena a los usuarios. Es impresentable que esto pueda seguir así. Parece mentira que una pandilla de corporativistas, como son los pilotos de Iberia, puedan hundir las vacaciones de miles y miles de personas, tal y como me ha ocurrido a mí esta vez", explicaba un pasajero afectado.Más tranquilos, los viajeros del puente aéreo Madrid-Barcelona decían estar "acostumbrados" a los desaguisados de Barajas. "La demora que solemos padecer de forma continua es de 15 minutos, sobre todo a última hora de la tarde, pero esta vez nos han anunciado que puede superar los 30 minutos. Si sólo dura ese tiempo no pasa nada. Lo malo será como tarde mucho en salir, entonces sí que puede causarme trastornos en Barcelona", explicaba José Ángel Cabezalí.
Mientras, los altavoces de Barajas anunciaban con un lento goteo los vuelos cancelados o con demora. Los motivos siempre eran los mismos: "Causas técnicas" o "congestión".
Los pasajeros, que no dejaban de deambular de arriba abajo por las salas de espera, no hacían más que señalar los paneles informativos. Las cabinas y los teléfonos móviles fueron los aparatos más demandados para comunicar con prontitud a familiares y amigos los nuevos horarios o las cancelaciones de las salidas.
En autocar o tren
Los chaquetas rojas de Iberia (encargados de la atención al cliente) ofrecían como alternativa el ir a sus lugares de destino en taxi o en algún medio de transporte terrestre, como el autobús o el tren. Esta solución sólo valía para los vuelos peninsulares. La mayoría de los pasajeros la rechazaba y exigía volar en otro vuelo de Iberia o con las compañías de la competencia."Encima de que los billetes te valen un ojo de la cara y que tienes que sacarlo con un mes de antelación, aún se atreven a ofrecer un transporte mucho más barato. Y encima hoy que las carreteras estarán llenas de coches por el inicio de las vacaciones de Semana Santa", comentaba un pasajero que esperaba para salir hacia Alicante.
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