Agria discusión en el pleno municipal que aprobó la cesión de 13 solares a la Generalitat

El pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó ayer de forma unánime la cesión de 13 solares municipales a la Generalitat para la construcción de escuelas, residencias y otros equipamientos. Sin embargo, el debate entre las distintas formaciones se tornó en una agria discusión mantenida entre Miquel Roca y dos ediles socialistas, Francesc Narváez y Pere Alcober, a propósito del papel de las dos administraciones, la local y la autonómica.

La cesión de 10 de los 13 solares ya fue objeto de controversia en la reunión previa de la comisión municipal de Hacienda, celebrada hace dos semanas. La postura de Convergència i Unió (CiU) en esa comisión fue la de rechazar la validez de las cesiones de los terrenos porque consideraba que faltaban múltiples trámites para hacerlas efectivas. Sin embargo, en el inicio del debate mantenido ayer en el pleno, la postura de CiU, expresada por Roca, fue bien distinta: "Votamos a favor porque es algo bueno para la ciudad, aunque luego será necesario vigilar que el Ayuntamiento realice todos los trámites administrativos que culminen en la disposición efectiva de los solares". Con esas palabras, Roca insistía en la postura que ha venido manteniendo la Generalitat, sobre todo el consejero de Bienestar Social, Antoni Comas, de dejar claro que el Ayuntamiento hace cesión de solares de forma previa a que estén inscritos en el registro o que se solventen diversos trámites. El alcalde, Joan Clos, contestó a Roca que "se equivoca" si condiciona la efectividad de la cesión a cuestiones administrativas. "Aquí lo que hace falta es que todo el mundo espabile, que todos hagan sus deberes y que nadie busque excusas de mal pagador", dijo Clos. El primer teniente de alcalde, Xavier Casas, también intervino en el debate: "Si ahora resulta que el consejero Comas tiene tanto dinero, pues ya tiene todos los solares". La discusión subió de tono inmediatamente después de que interviniera el concejal socialista Francesc Narváez, que tildó el pleno de "un poco kumbayá". Y para que dejara de serlo, Narváez subrayó que el problema de los equipamientos para la tercera edad en Barcelona se debía exclusivamente a la política de la Generalitat: "Las inversiones de la Generalitat en residencias geriátricas en Barcelona es ridícula si se compara con la que ha efectuado en el resto de Cataluña". A Narváez le sucedió el también socialista Pere Alcober, quien consideró que es importante que el ciudadano sepa de quién son las responsabilidades "y los equipamientos de la tercera edad son responsabilidad de la Generalitat". "Yo no estoy aquí para defender al Gobierno de la Generalitat, sino en representación de los ciudadanos", quiso aclarar Roca, que hasta ese momento no alteró su tono. "Esto se ha convertido en una carrera de méritos en la que yo no estoy", afirmó en réplica a las intervenciones de Narváez y Alcober. PASA A LA PÁGINA 6