"No quiero recordarlo"

"Estuve 10 días detenido y no quiero recordarlo". Angelis de Jesús Maldonado es una de las personas que mejor pueden hablar del centro de internamiento de La Verneda porque estuvo dentro, tras los barrotes. Maldonado, nacido en Venezuela, tuvo además una muy mala experiencia: fue uno de los reclusos que en julio de 1992 salió del centro para ser internado en la unidad de quemados del hospital de Valle Hebrón. Un grupo de amotinados prendió varios colchones y se enfrentó a la policía. El resultado fue de tres policías y nueve extranjeros heridos. Peluquero de profesión, Maldonado dice que cuando llega el verano le vienen las pesadillas. Recuerda que su habitación, que compartía junto a otras siete personas en diferentes literas, estaba por debajo del patio y que la comida era muy mala. "Todas las habitaciones están bajo tierra y no podíamos salir a dar un paseo", se lamenta. Maldonado explica que la relación con los funcionarios de policía era correcta y normal. "Yo no tuve ningún problema, aunque había otros que sí los tenían". Su única distracción durante cerca de dos semanas fue ver la televisión en la sala de estar que la dirección del centro tiene habilitada para la convivencia entre hombres y mujeres, algunos de ellos casados y con hijos. Hace un año que el Ministerio del Interior anuló el decreto de expulsión contra este venezolano, que en la actualidad todavía tramita los documentos para poder regularizar su situación en España. Maldonado cree que las condiciones del centro de La Verneda "no son dignas" y que si fuera por él éste no debería existir. A Maldonado todavía se le pueden apreciar marcas en la cara, secuela de las quemaduras de segundo grado que sufrió. No quiere decir nada más. No le gusta hablar del asunto.