Los jóvenes de FP son los que menos tardan en encontrar empleo

Un país de bachilleres. En España, dos de cada tres alumnos cursan bachillerato o secundaria y sólo uno acude a la formación profesional (FP), cuando, en la Europa con menor nivel de paro y más alta capacidad tecnológica, la proporción es inversa. El último informe de la Fundación Encuentro lo demuestra de manera irrefutable: los titulados de la FP de grado superior de la LOGSE, la FP-II, que tiene rango universitario, son los jóvenes que menos tardan en encontrar empleo, por delante de los licenciados, diplomados y de los de la FP-I (de grado medio), COU y BUP.Pero ocurre que en España la formación profesional está "desprestigiada", tiene un atractivo "escaso", los empresarios ignoran los cambios introducidos con la LOGSE y la gestión compartida de estas enseñanzas por los ministerios de Educación y Trabajo es "irracional", según las conclusiones de la Fundación Encuentro, cuyo Centro de Estudios del Cambio Social ha realizado una radiografía de la formación profesional. Los resultados los presentó la semana pasada Pedro Rosés, director del Instituto de Enseñanza Secundaria Virgen de la Paloma de Madrid.

Según los autores del estudio, la formación profesional "sigue siendo para mucha gente sinónimo de fracaso escolar y formación de segunda clase, un sistema desprestigiado que limita en buena medida la promoción profesional y social de sus estudiantes, que los condena a ser actores secundarios en la escena económicosocial". Esta falta de prestigio choca con la facilidad de acceso directo al primer empleo de estos alumnos, ya que los titulados de FP-II son los que menos tardan en encontrar trabajo, una media de 7,7 meses desde que deciden hacerlo, mientras que los universitarios deben esperar 8,07 meses.

También hay sombras en la parte empleadora. Los empresarios se quejan sistemáticamente, según el informe, de que la formación que imparte la FP está muy poco adaptada a las necesidades reales de las empresas, en especial a los nuevos empleos que se están generando.

Esa desconfianza de los empresarios respecto a la FP reglada provoca que muy pocos colaboren con el sistema educativo para asegurar que todos los alumnos puedan realizar en las circunstancias adecuadas su periodo de formación en un centro de trabajo. Consecuencia: España ocupa uno de los últimos lugares de la Unión Europea en porcentaje de alumnos de FP que realizan parte de su formación en las empresas.

Los especialistas de la Fundación Encuentro subrayan que los tres subsistemas en los que se estructura la FP (reglada, ocupacional y continua) "parecen departamentos estancos que no tienen ninguna relación entre ellos".

El hecho de que la primera dependa del Ministerio de Educación y las otras del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales "es manifestación clara de esta separación y de la permanencia de lógicas de poder e influencia política y económica sobre lógicas de racionalidad formativa, laboral y social", dice el informe.