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Los zapatistas reivindican con una consulta popular los derechos de los indígenas

Juan Jesús Aznárez

El zapatismo desarrolló ayer una consulta popular en todo México para llamar la atención, nacional e internacional, sobre los derechos y culturas de los pueblos indígenas (10 millones entre 96 millones de mexicanos), revitalizar el movimiento, sumar adeptos a la causa, e instar al Gobierno y al Congreso a un cambio en su actual enfoque sobre el conflicto desencadenado en 1994 tras el levantamiento del subcomandante Marcos. Cinco mil activistas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y miles de simpatizantes atendieron las 9.000 mesas de recepción de respuestas instaladas en el Distrito Federal y 31 estados de la República, cuyo escrutinio correspondió a la Fundación Rosenblueth.La primera pregunta trasladada a los mexicanos decía: "¿Estas de acuerdo en que los pueblos indígenas deben ser incluidos con toda su fuerza y riqueza en el proyecto nacional y formar parte activa de la reconstrucción del nuevo México?" La segunda agregó: "¿Estás de acuerdo en que los derechos indígenas deben ser incorporados en la Constitución nacional conforme a los acuerdos de San Andrés y a la propuesta correspondientes de la Comisión de Concordia y Pacificación del Congreso de la Unión". En una consulta en la que pudieron participar todos los nacionales mayores de 12 años, las otras dos preguntas inquirían sobre la desmilitarización de Chiapas y en saber si la sociedad quiere que el gobierno "mande obedeciendo".

Fuentes oficiales desdeñaron el planteamiento de la consulta, que estableció mesas y papeletas en las calles, avenidas y lugares públicos más concurridos de México, y cuyos resultados serán publicados por Rosario Ibarra, dirigente del opositor y centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), liderado por el alcalde de Ciudad de México, Cuauhtémoc Cárdenas. "Es como preguntar a alguien: ¿quieres ser guapo o feo?, ¿rico o pobre?, ¿alto o bajo?", dijo un ministro del Gobierno de Ernesto Zedillo. Durante una semana, los delegados del zapatismo, todos encapuchados, denunciaron la política del Ejecutivo, jugaron partido de fútbol, asistieron a debates y desayunos con políticos y empresarios, recorrieron las playas de Acapulco con pasamontañas e instaron a la participación.

Hecho histórico

Ocho zapatistas reeditaron un hecho histórico ocurrido en 1914. Un día de aquel año, el revolucionario Emiliano Zapata llegó armado a Ciudad de México y comió en un lujoso restaurante de la época acompañado por una partida de fieros milicianos, todos de rifle en bandolera y el pecho cruzado con cananas de munición. Cuatro hombre y cuatro mujeres del subcomandante Marcos llegaron de nuevo a Los Azulejos, en el centro histórico, con capuchas y vestidos de campo, y posaron para las cámaras. En tanto la dirección del PRD y el ex Comisionado para la Paz en Chiapas, Manuel Camacho Solís, se adherían a la consulta, la oposición conservadora sostenía que la credibilidad de ésta es muy baja. "Está planteada más como un espectáculo, como un esfuerzo de promoción de capuchas por todo el país. La consulta se puede hacer con una encuesta, tan sencillo como eso, si quieren saber qué piensa la sociedad", declaró Vicente Fox, precandidato a la presidencia de México por el conservador Partido de Acción Nacional.

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