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Entrevista:MANUEL ELKIN PATARROYOINMUNÓLOGO

"No me he dormido en los laureles con la vacuna, son los imponderables"

Naiara Galarraga Gortázar

Da la impresión de ser optimista por naturaleza. Manuel Elkin Patarroyo (Ataco, Colombia, 1946) nunca imaginó que sería una brutal crisis económica, y no la presión de laboratorios o países poderosos, lo que retrasaría la producción de su vacuna contra la malaria. Un tiempo que ha aprovechado para mejorarla. Patarroyo fue investido ayer doctor honoris causa por la Universidad del País Vasco. Su amigo Pello Salaburu, rector de la UPV, destacó su generosidad por donar la vacuna a la OMS, en vez de "venderla a los muchos compradores que han llamado a tu puerta". Pregunta. ¿Lleva la cuenta de los honoris causa recibidos? Respuesta. Sí, porque me honran muchísimo. Éste es el 24. P. ¿Y qué tiene éste de singular? R. Varias cosas muy importantes. Lo da el País Vasco, que no sólo tiene su propia idiosincrasia sino que vive un proceso de paz que los colombianos seguimos con mucho detenimiento. Como dice Pello Salaburu, puede que haya disturbios pero no ha vuelto a haber un solo muerto. Nosotros quisiéramos llegar a un proceso similar: que la gente ni sea secuestrada ni muera. Desafortunadamente, el torbellino de violencia que ha empañado nuestro país persiste. Además, viene de la Universidad del País Vasco que, pese a ser joven, tiene un reconocimiento internacional grande debido a la calidad de sus profesores. R. Dos años atrás usted afirmó que esperaba que para 1998 o 1999 se vacunara a 25 millones de personas. Ha sido imposible. S. Sí, por la situación económica de mi país. Siempre le trato de cumplir a la gente, pero hay imponderables que yo no manejo.No me imaginé, entre otras cosas, que el crecimiento en nuestro país pudiera ser el año antepasado escasamente un 1,8% y éste, un 0,2%. Yo no podía torcerle el cuello a mi país y decirle: "yo me comprometí y tengo que...", cuando existen circunstancias en las cuales Colombia tiene que invertir más. Podía haber buscado apoyo internacional, que es exactamente lo que estamos haciendo con el presidente [Andrés] Pastrana. Vine aquí en su comitiva. Ya que no podemos solos, vamos a colaborar en la construcción de la planta de producción. Todavía no ha empezado, pero no demorará más de ocho meses. También quería demorar un pelín la construcción, porque quiero llegar al 100% de eficacia en la vacuna. P. ¿Cuál es ahora? R. Del 30% al 50%. Estamos trabajando duro. Somos 180 personas dedicadas específicamente a solucionar los problemas científicos y humanitarios que se han planteado. No me he dormido en los laureles. ¡Para nada! Son los imponderables. P. ¿En qué ha mejorado la vacuna en este tiempo? R. En reducir las tomas de tres a dos. Es algo importantísimo. Por ejemplo, vacunar en África a alguien, como se le da la primera dosis el día 1, la segunda el 20 y la tercera el día 180, para esta tercera mucha gente ya ha emigrado, se le olvida, etcétera. Ahora, al tenerla simple y llanamente en dos dosis, es en 20 días y calculamos que el 97% de los que recibieron la primera acceden a ésta. Para mí es un triunfo enorme. P. ¿Cuánta gente mata la malaria, o el paludismo, al año? R. La cifra es enorme, y sigue creciendo: entre 3,1 millones y 3,5 millones de personas están muriendo anualmente. Y ante la ineficacia de los insecticidas y de las drogas antimaláricas, prácticamente estamos al descubierto. Ya no nos quedan muchas salidas fuera de la vacuna. P. El Ejército de Estados Unidos anunció el descubrimiento de otra vacuna. ¿Cómo va su desarrollo? R. Ellos hicieron mucho ruido alrededor de nuestro teórico fracaso, que fue su fracaso. El 18 de septiembre de 1996 dijeron que la nuestra no funcionaba, para anunciar en enero de 1997 que ellos tenían una. Se dice que los estudios les han fracasado. No me alegra; hubiera estado muy contento de que también les hubiera funcionado. P. España participa activamente en sus investigaciones. R. Sí. Estamos trabajando en Maniza (Mozambique), donde hemos censado y tenemos controladas a 150.000 personas, que están listas para que cuando salga la siguiente vacuna, la del 100%, los podamos vacunar. El otro sitio es Ifacara (Tanzania). Hemos hecho lo mismo con 100.000 personas y hemos vacunado a miles de niños menores de cinco años. P. ¿Qué puede ofrecer España a Colombia, aparte de dinero? R. Muchísimo. Por ejemplo, nuestro país no tiene sino cuatro o cinco embajadas en África y el sudeste asiático. España las tiene prácticamente en todas las partes del mundo. Con lo cual, en el día de mañana, cuando nosotros comencemos las vacunaciones, lo haremos por España. P. ¿Comparte el optimismo del presidente colombiano respecto a la paz en su país? R. Quisiera ser optimista, lo que pasa es que tal vez el presidente tenga más información. Lo que vemos las gentes como yo es que es un proceso largo. El presidente se ha dado estos cuatro años de gobierno no para alcanzar la paz, si no para dejar sentadas unas bases para la paz. En ese sentido estoy de acuerdo con él. Pero la situación es tan complicada, hay tantas cosas en conflicto... Quiero ser optimista. P. ¿Ha conocido su país en paz? R. No, nunca. Desde cuando nací había violencia. P. ¿Cree que la verá? R. Yo sí haré lo humanamente posible para que se alcance.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

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