La Ertzaintza refuerza la vigilancia vial por el puente

La Ertzaintza refuerza desde la tarde de ayer y a lo largo de toda la jornada de hoy su dispositivo de vigilancia y regulación del tráfico en la comunidad autónoma con motivo del puente de San José, si bien no ha puesto en marcha una operación salida como la que se activará en Semana Santa. Las medidas se repetirán el próximo domingo, cuando se espera también una alta afluencia de vehículos. En Vizcaya, los ertzainas controlarán especialmente la autopista A-8 en dirección a Cantabria, una de las vías del País Vasco que soporta mayor circulación de vehículos durante los fines de semana. También incrementará su presencia en la carretera BI-836, en dirección a Balmaseda, y en la BI-625, en dirección a a Arrigorriaga, Llodio y Orduña. En Guipúzcoa, las dotaciones de la policía vasca vigilarán de forma particular la A-8 y la N-I, mientras que en Álava, la atención recaerá también de forma especial sobre la N-I. Respecto a Navarra, las patrullas de la Guardia Civil de Tráfico y la Policía Foral también han intensificado desde ayer su presencia en la red vial de la comunidad. Agentes del instituto armado pondrán en marcha equipos de atestados, que circularán por las carreteras navarras hasta el próximo domingo por la noche, mientras que la Policía foral sacará a las carreteras desde hoy 22 patrullas que aumentará mañana a 23 y a 27 el próximo domingo. Dispondrá también, en caso de ser necesarios, de varios helicópteros. Ambos cuerpos no prevén puntos críticos en la red de carreteras navarra, si bien señalan la incorporación de la N-240, la carretera de Huesca, la A-15, la N-I y los accesos a Pamplona como los lugares más problemáticos, sobre todo, durante la operación retorno, informa la agencia Europa Press. Nuevos radares en Vizcaya Mientras, la Dirección de Tráfico del Gobierno vasco pondrá en funcionamiento seis nuevos radares fijos en tres carreteras de la red viaria vizcaína durante los próximos días con el fin de reducir la siniestralidad. La colocación de los radares se enmarca en el pacto de colaboración firmado entre la Diputación Foral y el Departamento de Interior, según informó ayer esta consejería en un comunicado. Cuatro de los nuevos radares serán instalados en el tramo comprendido entre Artea y el alto de Barazar, en la N-240, y los otros dos se sumarán a los ya existentes en la N-637 y en la autopista A-8. Estos dos últimos estarán situados en el puente de Rontegi, en dirección a Bilbao y en Trápaga, en dirección hacia Cantabria. En el tramo donde están instalados los radares en la N-240, la Ertzaintza registró el pasado año cinco accidentes con víctimas (un muerto y 11 heridos, dos de ellos graves) y otros 53 sin daños personales. En los dos primeros meses de este año, se han contabilizado ya en ese tramo ocho siniestros sin víctimas.