El PP descalifica con un 'Decálogo del pucherazo' las primarias socialistas

La dirección nacional del PP recurrió ayer a Romanones, Blasco Ibáñez y Romero Robledo para parafrasear sus denuncias de la España más negra y caciquil del siglo pasado y aplicárselas al PSOE. Su portavoz oficial, Rafael Hernando, convocó una conferencia de prensa para analizar la situación política del país y la acabó ofreciendo un Decálogo del pucherazo de las primarias del PSOE, celebradas hace casi un año. "Las elecciones en 1800 no se hacían, sino que se escribían, y ahora constatamos que en el PSOE tampoco se hacen, se escriben", dijo Hernando.El dirigente socialista Alfonso Perales recordó al PP y a su nuevo secretario general, Javier Arenas, su comportamiento en las elecciones de 1993. Perales rememoró cómo Arenas, en la velada electoral, negó validez a los resultados de las urnas porque no resultaron propicios para el PP. Y apuntó que unos días más tarde saltó el caso del fraude en el voto por correo -con la ayuda en las falsificaciones de un notario de Madrid- que afectó al PP en varias regiones.

Hernando sostiene que el PSOE ha asumido "con pavor" el papel de "perdedor" en los próximos comicios. El portavoz popular aseveró que en su partido se han recibido varias denuncias de pucherazos que recopila en el Decálogo del pucherazo: "Compra de votos" en Nerja (Málaga) y sigue con "llenado de urnas antes de la elección" de Jaén; "falsificación de firmas" en Almería; "uso de instituciones y amenazas" en Badalona (Barcelona); "existencia masiva de votos irregulares" en Aragón; "número de votos superior al censo" en Águilas (Murcia); "manipulación de censos" en San Sebastián de los Reyes, Móstoles y Torrejón de Ardoz (Madrid); "suplantación de identidades" en Azaga (Navarra); "descarte de candidatos" en Huelva, y "falsificación de votos y votos de fallecidos" en Valencia.

El PP achaca el acoso que sufre por parte del PSOE -el mapa de sus 160 asuntos de corrupción; las preguntas en el Parlamento, y las imputaciones contra el portavoz del Ejecutivo, Josep Piqué- a que ese partido "quiere dinamitar la buena situación política, económica y social". El portavoz de la Ejecutiva socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, reiteró por su parte el interés del PSOE por conocer el nombre del asesor fiscal de Piqué.