Enseñanza asegura que sólo cerrará el instituto B-9 de Badalona con el consenso municipal

La Delegación Territorial de Enseñanza de la Generalitat únicamente ordenará el cierre del Instituto de Enseñanza Media Badalona-9 y del colegio de primaria Bori i Fontestà, ambos situados en el barrio de Sant Roc, de común acuerdo con el Ayuntamiento de Badalona y con los consejos escolares de los demás centros de la zona sur de la ciudad. Así lo afirmó ayer la delegada territorial de Enseñanza de Barcelona y comarcas, Rosa Ribas, tratando de apaciguar la preocupación que el anuncio de cierre ha generado en los centros cercanos, como el IES Eugeni d"Ors.

La historia del Badalona-9 es la de un centro público que se ganó a pulso el respeto de la comunidad escolar por aplicar un modelo educativo integrador que dio muy buenos resultados con alumnos que habían fracasado anteriormente en otras escuelas. Pero la buena fama que fue ganando entre los enseñantes resultó contraproducente entre los padres de los alumnos hasta el punto de sacar a sus hijos del B-9 para matricularlos en otros colegios. El futuro de la escolaridad en esta parte de Badalona piensa afrontarlo la Generalitat desde una perspectiva más amplia, que tratará de incidir además en otros ámbitos de la realidad de Sant Roc, donde residen unas 15.000 personas y concurre un cúmulo de problemáticas sociales que se arrastran desde hace tiempo. El instrumento del que quiere dotarse la Generalitat con el total apoyo del Ayuntamiento de Badalona, es un Plan Interdepartamental de acción social que prevé, entre otros aspectos, la apertura de un hogar de infancia destinado a niños menores de tres años, el cual permitirá avanzar a los pequeños en la socialización y en el hábito de los horarios escolares a una edad en la que resulta más fácil adquirirlos. La suerte que aguarda al B-9 y a la escuela pública Bori i Fontestà tiene mucho que ver con un completo estudio sobre la escolaridad en la zona, que Enseñanza encargó el año pasado y finalizó el pasado mes de noviembre. Nadie pone en duda la objetividad del diagnóstico, toda vez que en el equipo que lo elaboró había profesores del B-9, de los restantes centros del barrio y de otros puntos de la ciudad, así como técnicos de Enseñanza y del Ayuntamiento. El Ayuntamiento de Badalona comparte globalmente las recomendaciones del estudio, que consta de 12 puntos, uno de los cuales es el cierre del B-9 y del Bori i Fontestà siempre que ello vaya acompañado de una serie de medidas, según explica Antoni Martorell, responsable de Enseñanza en la ciudad. Tanto en el Ayuntamiento como entre el profesorado se destaca que el informe señala que conviene evitar a toda costa la creación de centros gueto al estilo de los que funcionan en otras poblaciones catalanas, que únicamente concentran a un alumnado difícil. La experiencia demuestra a los enseñantes que para poder educar es imprescindible un alumnado diverso, donde nunca falten los referentes positivos. Cuando en un aula predominan las actitudes refractarias a aprender, no es posible avanzar. Sobre el temor a que el B-9 desembocara en un centro que reuniera a alumnos difíciles ya se alzaron voces en el pasado. A juicio de su ex director, Manel Girona, "es preferible cerrarlo antes que mantenerlo exclusivamente con un alumnado de una sola etnia". Girona coincide con quienes defienden el cierre siempre que vaya acompañado de actuaciones como distribuir de forma equilibrada el alumnado entre los centros públicos y privados concertados de la zona, "de acuerdo con lo que marca la normativa vigente y que raramente se cumple, excepto en Vic". Desde Enseñanza se hace hincapié en el esfuerzo para oír a todas las partes para pactar la solución. Ribas se refirió al otro centro de Sant Roc, el Eugeni d"Ors, cuyo director le dirigió el pasado viernes una dura carta en la que echaba de menos su apoyo y recriminaba su silencio en la marcha del centro. La delegada constató el descenso de la matriculación en este centro.