4.500 pacientes se someten cada año en España a un trasplante de huesos
La Fundación Hospital Alcorcón es la última incorporación a una red de 28 bancos
La épica de los trasplantes ha tenido en órganos como el corazón o el hígado a sus principales estrellas, pero cada año se realizan en España muchos otros trasplantes menos espectaculares, pero igualmente importantes: los trasplantes de huesos y tejidos. En 1998, más de 4.500 pacientes recibieron un trasplante de huesos y se realizaron más de 7.000 extracciones, de las que 380 fueron en personas muertas.Los huesos extraídos se guardan en 28 bancos de huesos y tejidos repartidos por todo el territorio español. La Fundación Hospital Alcorcón (FHA) acaba de sumarse a esta red con un nuevo banco capaz de abastecer a toda la región de Madrid. Uno de los mayores bancos se encuentra en el hospital Clínico de Barcelona, y también los hay con un volumen importante de huesos en Valencia, Asturias y Granada.
La técnica de extracción de huesos de personas vivas o de cadáveres comenzó en Estados Unidos. En 1952, el doctor Hyalt abrió el primer banco, propiedad de la Marina norteamericana. En España comenzó a aplicarse a partir de 1993.
La donación de vivos se limita a la extracción de pequeños trozos de cartílago para trasplantarlos a personas que los tengan dañados.
En la donación de cadáver, en cambio, se extraen todas las piezas posibles. Una vez obtenido el permiso de la familia, el equipo médico examina el historial clínico. Se descartan las personas que hayan sufrido enfermedades contagiosas (sida, hepatitis, sífilis o tuberculosis, entre otras) y las que hayan padecido lesiones óseas (artritis reumatoide y esclerosis múltiple, principalmente).
Donantes jóvenes
"También se eliminan a los pacientes que sean alcohólicos o que hayan tomado corticoides o drogas, porque estas sustancias pueden enmascarar enfermedades transmisibles por los huesos", explica el doctor del banco de huesos del hospital de Alcorcón Eduardo Ortiz. Un equipo especializado, formado por uno o dos cirujanos ortopédicos, se encarga de extraer los huesos y los tejidos. Esta operación debe realizarse inmediatamente después de fallecido el donante, a ser posible dentro de las seis primeras horas, ya que, si transcurren más de doce horas, no pueden ser utilizables para el trasplante."Los donantes más idóneos son personas jóvenes con huesos fuertes, que no hayan tenido ni fracturas ni lesiones en la piel, ni enfermedades infecciosas. Normalmente son personas que mueren de un ataque cardiaco o de una hemorragia intercerebral", señala uno de los pioneros de los bancos de huesos en Estados Unidos, el profesor de la Universidad de Harvard William Tomford.
Los huesos y los tejidos se limpian minuciosamente para evitar cualquier contagio procedente de la sangre. Después, el especialista encargado del procesamiento se encarga de la inspección ocular para comprobar si el hueso está dañado. Es esta persona la que envuelve y prepara el material extraído para su congelación. Ésta puede hacerse de dos formas. En España predomina la conservación en congeladores eléctricos que alcanzan los 80 grados bajo cero. A esa temperatura, el hueso se conserva durante varios años. La otra opción es guardarlos a 180 grados bajo cero con nitrógeno líquido, pero se ha descartado porque con el paso del tiempo los tejidos resultan dañados.
Cada banco se comunica con la Organización Nacional de Trasplantes, lo cual permite establecer qué injerto es el más idóneo para cada paciente. "Los receptores pueden ser muy variados: pueden ser personas en las que ha fracasado la prótesis de rodilla o de cadera, pacientes jóvenes que sufren cáncer de huesos, deformaciones, etcétera", explica John Henry Mankin, del Hospital General de Massachusetts (Boston, Estados Unidos).
En estos momentos, los bancos españoles tienen una reserva de aproximadamente mil piezas. "Lo que más tenemos son huesos largos, como fémur, tibia o peroné", revela la doctora Felipe, de la Organización Nacional de Trasplantes.
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