Nuevas vías para lograr fármacos antiinfecciosos

El impulso que están tomando en los últimos años las patologías infecciosas es altamente preocupante, según han coincidido expertos de todo el mundo reunidos Madrid en un simposio internacional organizado por la Fundación Ramón Areces. Muchas de las enfermedades infecciosas por bacterias que se creía que estaban superadas gracias a los antibióticos, ahora vuelven a ser motivo de preocupación por el problema de las resistencias bacterianas, mecanismo que inactiva el efecto de los fármacos antibacterianos disponibles, según señaló Juan Francisco Martín, del Instituto de Biotecnología de la Universidad de León, que ha coordinado este encuentro."A este hecho hay que añadir el problema del tratamiento de las infecciones fúngicas de los pacientes de sida y de otros enfermos con severos problemas de inmunosupresión. Estamos asistiendo en estas personas a graves procesos producidos por hongos que en la población sana no suelen ser patógenos".

Ante este reto sanitario, los expertos confían en abrir nuevas vías de investigación, basadas en la genética molecular y en la bioquímica microbiana, para poder obtener nuevos fármacos antifúngicos, antivirales y antibacterianos. "La aplicación de la genética ha permitido en los últimos años el desarrollo de medicamentos más eficaces no sólo para el tratamiento de las infecciones, sino también de enfermedades como el cáncer o el infarto", agrega Martín.

David Hopwood, del Centro John Innes de Norwich (Reino Unido), destacó que hasta hace pocos años la mayoría de los medicamentos utilizados en medicina estaban elaborados a partir de productos naturales de origen microbiano, vegetal y animal. "La variedad de estos productos", explicó, "y el mejor conocimiento de especies raras, gracias a la profundización de los mecanismos de biodiversidad, han permitido identificar moléculas de gran potencial farmacológico en el tratamiento del cáncer, como el taxol, producido por un hongo que vive en la corteza de una planta, o la daunorrubicina, producida por especies de bacterias del género Streptomyces". Pero este camino es muy limitado, según Hopwood, y es necesario dirigir la investigación hacia la obtención de nuevos fármacos por técnicas genéticas.

El camino ya está iniciado. Arnold L. Demain, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (Estados Unidos), recordó que gracias a los avances en biotecnología han aparecido ya productos obtenidos por ingeniería genética de gran impacto, como la vacuna contra la hepatitis B, la hormona del crecimiento, los interferones -para el tratamiento de las hepatitis y de algunos cánceres- y la eritropoyetina". "Por esta vía", afirma, "es posible que en no muchos años hallemos nuevos fármacos para enfermedades como la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide, algunos tipos de cáncer y las infecciones víricas".

En opinión de Julian Davies, de la Universidad British Columbia de Canadá, otra vía para la obtención de nuevos fármacos es la combinación de genes. "Como el 90% de los microorganismos que hay en la naturaleza no se puede cultivar tenemos que aislar el gen que nos interesa directamente del microorganismo que se encuentra en la naturaleza. Esto es posible gracias a los avances en el conocimiento básico de la genética de los microorganismos, que también ha permitido secuenciar el genoma de unos quince microorganismos, y esperamos completar en el plazo de dos años el de otros quince más", concluyó.