El canciller se confiesa con un falso presidente
La historia del canciller alemán Gerhard Schröder depara curiosas situaciones difíciles de explicar. De posar en revistas de moda con ropa que no está al alcance del ciudadano común, a meter la pata vía telefónica con un locutor radiofónico. Eso sí, en este último caso, la factura la ha pagado el periodista. Schröder ha utilizado excusas clásicas: Yo ya lo sabía.El hecho es que Christoph Lemmer, hasta el viernes pasado redactor jefe de la emisora berlinesa RTL, llamó el jueves por la noche al canciller alemán a su residencia privada. Cuando Schröder se puso al teléfono, el periodista se identificó como el presidente de Alemania, el mismísimo Roman Herzog.
Un portavoz del Gobierno asegura que Schröder "sospechó sobre la identidad del interlocutor desde el primer momento", pero no debió tenerlo tan claro cuando le explicó las razones de la sorprendente dimisión de su ministro de Finanzas, Oskar Lafontaine. Por si fuera poco, el confiado canciller reveló al falso presidente un secreto guardado bajo llave: que pensaba nombrar a Hans Eichel en lugar de Lafontaine.
La conversación ha tenido consecuencias dramáticas para unos y simbólicas para otros. Para Schröder supone un nuevo fuera de juego a sumar a la lista. Para el secretario general de la emisora RTL, Bernt von zur Muehlen, ha significado el despido. Así lo comunicó ayer un portavoz de la compañía CLT/UFA, propietaria de RTL, quien también explicó que el presidente del grupo, Rémy Sautter, ha enviado sendas cartas a Schröder y a Herzog expresando que "desaprueba" la actitud del locutor de su emisora y presentando sus respetos.
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