Pujol critica el clima de tensión política entre socialistas y PP El presidente no se pronuncia sobre el cómic de CiU contra Siurana

El presidente de la Generalitat y de Convergència Democràtica (CDC), Jordi Pujol, obvió ayer los ataques y las descalificaciones que los dirigentes locales de CiU están dirigiendo en los últimos días contra el alcalde de Lleida, el socialista Antoni Siurana, tanto directamente como a través de un cómic, por la llegada clandestina de miles de toneladas de basura a la ciudad, procedente de Tarragona y Valencia, y en cambio no dudó en criticar la forma de hacer política del PSOE y el PP.

"Ése no es ni será nuestro estilo", dijo Pujol en Lleida, adonde viajó para apoyar al candidato de la coalición nacionalista a la alcaldía, Josep Giné. Durante el recorrido que realizó por el eje comercial de la ciudad, el líder convergente exhibió la otra cara de las visitas oficiales, se mostró relajado, dicharachero y bromista, y especialmente ufano cada vez que alguien le decía que está más joven y guapo al natural que en las fotos. Al finalizar el paseo, a Pujol se le preguntó su opinión por la tormenta política que se vive en Lleida a causa de la polémica de las basuras y por las viñetas humorísticas que CiU ha distribuido por la ciudad en las que se ridiculiza al alcalde Siurana y se cuestiona su honorabilidad. El cómic en cuestión, titulado Els de CiU us explicarem una història que fa pudor, contiene rimas de tono calumnioso en referencia a una supuesta tolerancia de Siurana ante la entrada supuestamente ilegal de miles de toneladas de basura procedentes de Tarragona y Valencia. El tono del folleto de la coalición nacionalista ha provocado indignación en el equipo de gobierno y estupor entre los demás grupos políticos del consistorio, que han condenado el mal estilo de la campaña. Pero ayer Pujol quiso evitar cualquier referencia al cómic promovido por su formación, argumentando que es una polémica que sólo conoce por la prensa: "No conozco el tema, pero CiU ha procurado siempre actuar en política de una forma correcta, lo cual no quiere decir que no se puedan criticar las cosas que sean criticables". Sin embargo, el líder catalán prefirió desviar la atención y referirse a la campaña de acusaciones mutuas que están llevando a cabo en los últimos días socialistas y populares. "Esto [el cómic que cuestiona la honorabilidad de Siurana] no es nada si lo comparamos con el espectáculo que están dando el PSOE y el PP, que compiten par ver quién consigue la lista más larga de escándalos y de denuncias mutuas". Pujol agregó: "Ése no ha sido nunca el estilo de CiU, lo cual no quiere decir que no deba criticar una actuación cuando existan motivos para hacerlo". CIU, juego limpio Tras afirmar que CiU no entrará en ese juego porque, en su opinión, no forma parte de su estilo de hacer política, Jordi Pujol añadió: "Nosotros no hemos entrado nunca en esa línea de descrédito sistemático, de las calumnias, de las campañas... En cambio, hemos sufrido muchas. Ahora dicen que estas cosas comenzaron en el año 1993 y yo soy testigo de que no es así, ya que fui objeto de muchas campañas y muy duras en los años ochenta". Asimismo aseguró: "Hay muy poca gente que pueda darme lecciones de educación, y a Convergència y a Unió tampoco. Siempre hemos sido partidos que hemos procurado actuar sin excedernos en las críticas. Las críticas a veces hacen daño porque no gustan a quien las recibe, sobre todo si llevan una carga de ironía. Lo que ocurre es que a veces esos a los que no les gustan las críticas son los que más practican esa manera de hacer política que a veces va más allá de los límites que correspondería. Sólo hay que contemplar el espectáculo penoso del PP y del PSOE en estos momentos para ver que realmente los aspirantes a ganar el título no somos nosotros, CiU, sino ellos". El mismo mensaje fue lanzado ayer en Barcelona por los dirigentes de Unió Democràtica, formación que celebró reunión de su consejo nacional. El presidente del comité de gobierno, Josep Antoni Duran Lleida, y el del partido, Joan Rigol, se refirieron al clima de confrontación existente. "En su día el PP hizo oposición destructiva, hoy la hace el PSOE", subrayó Duran Lleida, y Rigol señaló que hay que situar la deontología por encima de la batalla electoral.