Un niño de 22 meses muere al arder su tienda en el poblado rumano de Fuencarral

La tragedia prendió ayer en el asentamiento de rumanos de Malmea (Fuencarral), cuya situación había denunciado hace un mes Unicef. Un niño de 22 meses murió ayer tarde tras abrasarse en la madrugada del miércoles en el incendio de la tienda de lona en la que dormía junto a su hermano, un bebé de 60 días.El pequeño sufrió quemaduras en el 90 % de su cuerpo. Ingresó en estado crítico en el hospital de la Paz. A las 18.30, su corazón se paró, según el informe médico. El bebé de dos meses sólo sufrió quemaduras en las manos. Unicef alertó hace un mes sobre la penosa situación del campamento, en el que malviven un centenar de familias, la mayoría solicitantes de asilo político en España.

Distintos portavoces de la Delegación de Gobierno, el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad apoyaron ayer la idea de crear un campamento estable con múltiples servicios para albergar estos asentamientos ilegales. El incendio en el campamento rumano comenzó a la una de la madrugada. En la tienda se hallaba la madre, de 20 años, con sus dos hijos, que dormían junto a una estufa de cámping-gas. Una vela alumbraba la estancia. La madre salió un momento a orinar a un solar próximo. Al volver, se topó con el fuego y la tragedia.

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