Los Quince acercan posiciones en la batalla agrícola con una nueva propuesta alemana
Los ministros de Agricultura de la Unión Europea se acercaban anoche a un acuerdo en la batalla financiera. La presidencia alemana tuvo la habilidad de presentar a última hora de la tarde una propuesta de compromiso que ya se dibujaba la víspera: muchos regalos a cada Estado miembro y aplazamiento de reformas para ahorrar dinero. Tres de los principales escollos para el acuerdo (España, Francia e Italia) parecían ayer superados. La ministra española, Loyola de Palacio, apareció anoche muy relajada ante la prensa y satisfecha.
El motivo era que la nueva propuesta alemana respeta los avances conseguidos por España, que la cumbre de Petersberg-Bonn puso en cuestión. Se mantiene un aumento de 550.000 toneladas de cuota láctea, y, aunque se divide en dos fases (350.000 toneladas desde la temporada 20002001 y el resto en la siguiente), el aumento no tiene que esperar hasta la entrada en vigor de la reforma del sector, aplazada hasta el 2003."Dividir la nueva cuota en dos fases no nos crea ningún problema, porque se aplica en años consecutivos", afirmó De Palacio.
Los otros avances se mantienen íntegramente, tanto el aumento de primas al sacrificio de terneros como la actualización de los rendimientos históricos del cereal. Tampoco desagradó a la ministra la oferta de incrementar en 17.355 hectáreas los derechos para nuevas plantaciones de viñedos.
Regalos para todos
Esta tómbola de pequeños o grandes regalos se generalizó para casi todos. Italia ve incrementada su cuota láctea en 600.000 toneladas, actualizados los rendimientos de su cereal y aumentada su cuota de terneros con derecho a prima.Y Francia estaba satisfecha no sólo con las concesiones obtenidas en vacuno y maíz, sino por el aplazamiento de la reforma láctea hasta el 2003 y porque la reducción de precios en el vacuno se quedará en el 20%, en lugar del 30% inicialmente previsto.
Pero tras este telón de satisfacciones contenidas, los ministros abordaban anoche el problema más delicado, cuadrar todas las cifras. La propuesta de compromiso alemana no contenía un marco financiero. Ésa era, además de pulir cada una de las exigencias nacionales, la principal tarea que impedía un acuerdo definitivo.
"Esta propuesta cuesta bastante menos que el anterior documento de compromiso, que se alejaba en 9.000 millones de euros de los acuerdos de Petersberg", señalaron fuentes de la presidencia alemana. Pero no pudieron confirmar si cumplía el límite de 40.500 millones de euros anuales de gasto agrícola que apadrinan Francia y Alemania, con el apoyo de muchos otros países.
En los pasillos de la sede del Consejo de Ministros en Bruselas crecía anoche la sensación de que los responsables de Agricultura acabarán rubricando un acuerdo que cumpla con Petersberg en el último ejercicio y quizá en alguno antes, y que apenas lo supere en los primeros años del septenio financiero 20002006. Todo eso, no tanto por el recorte de ayudas cuanto por los ahorros que se generan al aplazar la entrada en vigor de la reforma del sector lácteo y reducir la ambición de la del sector cárnico.
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