El PSE de Guipúzcoa propone un foro de debate político con EH previo a su renuncia a la violencia

Los socialistas guipuzcoanos quieren introducir en el debate sobre la reorientación de la estrategia del PSE una oferta de diálogo a todos los partidos políticos sin condiciones previas. Una cumbre en la que, eso sí, todos sus interlocutores deberían concluir que "renuncian a la violencia como instrumento de acción política". Los socialistas guipuzcoanos sostienen que esa oferta de diálogo mantiene las demandas del PSE, pero puede desbloquear una situación estancada por la exigencia previa a Euskal Herritarrok de que condene a la violencia callejera.

Los socialistas vascos están en pleno debate de un documento denominado Estrategia del PSE-EE (PSOE) ante la nueva etapa política vasca. El texto, elaborado por su número dos, Jesús Eguiguren, por encargo de la Ejecutiva plantea que el proceso de normalización y pacificación debe producirse en dos ámbitos: la pacificación, que corresponde resolver a ETA y al Estado, y el diálogo para la normalización, que corresponde a los partidos vascos. El documento establece que los problemas a resolver entre la banda armada y el Estado son "el cese definitivo de ETA como organización armada", "justicia para todas las víctimas", "tratamiento de las personas condenadas por delitos del terrorismo" y "tratamiento de las personas con causas judiciales pendientes". Donde el PSE aporta novedades en el capítulo de Normalización: Cuestiones políticas. El documento justifica la diferenciación de los dos ámbitos porque mientras en el primero ETA y el Ejecutivo central "no puede hablarse de contenidos políticos", en el "proceso de normalización, el diálogo que se abra tendrá fundamentalmente una naturaleza política, y habrá de abordar las cuestiones políticas que puedan ampliar el consenso en la sociedad vasca". Sin condiciones Dentro de ese capítulo los socialistas guipuzcoanos proponen a debate que los interlocutores de ese foro sean los representantes legítimos de la voluntad popular, que ningún partido tenga representación alguna que vaya más allá de la que le ha dado la ciudadanía vasca en la urnas, y además especifican que "todos los interlocutores habrán de renunciar a la violencia como instrumento de acción política". En este punto radica la aportación de los socialistas guipuzcoanos, al defender una reunión de todos los partidos, incluida EH, sin condiciones previas. La exigencia de que los interlocutores renuncien a la violencia como instrumento político sería una exigencia posterior a la reunión, una conclusión de la misma en la que además los interlocutores de todos los partidos deberían comprometerse a buscar los instrumentos para dar satisfacción a las aspiraciones compartidas de la sociedad vasca, y a asumir desde la responsabilidad institucional, "la defensa de sus planteamientos políticos". La propuesta de los socialistas guipuzcoanos supone, según un miembro de la ejecutiva de este territorio, " una aportación metodológica" y "una fórmula para desbloquear un proceso de paz que no arranca por la exigencia previa de que EH condene la violencia". Exigencias Según los socialistas guipuzcoanos la oferta de diálogo sobre la que deberá tomar postura la dirección del partido supone "un reforzamiento de las exigencias tradicionales del PSE", pero incorpora una novedad metodológica para facilitar una salida al actual panorama político "crispado y estancado". Los socialistas guipuzcoanos están plenamente de acuerdo en que los interlocutores de ese foro sin exclusiones y sin limitaciones en el debate político "tengan absolutamente claro que la violencia es incompatible con el diálogo", pero subrayan que propiciando ese diálogo "sería más factible conseguir el objetivo". El documento de Eguiguren también establece dos premisas: "Ni el diálogo político, ni mucho menos los eventuales resultados que se produzcan pueden ser condiciones para el cese definitivo del terrorismo". Para el PSE debe quedar absolutamente claro, "desde el principio del diálogo, que la acción terrorista no debe interferir en el proceso". Además exigen que el final definitivo del terrorismo debe de estar garantizado al margen de cual sea el resultado final de ese diálogo".