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GOLPE A ETA EN FRANCIA

Detenido en París el jefe de los comandos 'ilegales' de ETA junto a su lugarteniente y cuatro activistas

José Javier Arizkuren, "Kantauri", era seguido por la Guardia Civil desde hace casi dos años

Después de casi dos años de seguimiento, la Guardia Civil y su equivalente francesa, los Reseignements Generaux, lograron capturar ayer en París al jefe de los comandos ilegales (compuestos por activistas fichados por la policía) de ETA, José Javier Arizkuren Ruiz, Kantauri, y a otros cinco miembros de esta organización, entre ellos su lugarteniente. Kantauri está considerado por los expertos antiterroristas como uno de los duros y, por tanto, de los más opuestos a la tregua. Fuentes de Interior creen que hay indicios para suponer que autorizó el atentado con un coche bomba que estuvo a punto de costar la vida al líder del PP, José María Aznar, el 19 de abril de 1995, en Madrid, así como que ideó el plan para atentar contra el Rey en Mallorca ese año.El ministro, Jaime Mayor Oreja, no quiso comentar ayer cuál es la posición de Kantauri en el proceso abierto por ETA en septiembre pasado con la declaración de tregua. Otras fuentes de la lucha antiterrorista consideran que es uno de los que se oponen a ella, junto con Soledad Iparraguirre, Amboto, a la que se considera responsable de los comandos legales (no fichados). En la orilla opuesta estaría José Luis Arrieta Zubimendi, Azkoiti, antiguo responsable del aparato de finanzas, al que respaldan antiguos deportados que han regresado a Francia tras la declaración de tregua.

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La localización de Kantauri se produjo en 1997, pero las autoridades españolas prefirieron someterle a un seguimiento para utilizarlo como hilo conductor de las investigaciones que permitieran llegar hasta quienes se relacionaban con él. Esta técnica permitió descubrir a los comandos Andalucía y Araba, desmantelados hace ahora un año, junto a otros grupos satétiles, según fuentes de la lucha antiterrorista. El marcaje al dirigente etarra aportó pistas que facilitaron la identificación del comando que tenía secuestrado al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, que fue liberado por la Guardia Civil el 1 de julio de 1997, según Vasco Press. En aquella ocasión, el ministro del Interior declaró abiertamente que la pista para llegar a Ortega fue el hallazgo de un papel en Francia en el que había una referencia a un tal "Bol", por Bolinaga, uno de los secuestradores. Esta versión de los hechos, sin embargo, no era compartida por fuentes policiales, que apuntaban, en cambio, al control al que se tenía sometido a un activista en Francia.

Durante los largos meses de seguimiento en Francia a cargo de agentes de la Guardia Civil, el supuesto jefe de los comandos ilegales fue perdido más de una vez, la última de ellas hace varios meses. En esa ocasión, Interior atribuyó el momentáneo fracaso al hecho de que una cadena de televisión divulgara que las autoridades policiales españolas pisaban los talones a Kantauri.

El ministro del Interior, Jaime Mayor, declaró ayer que el supuesto dirigente etarra fue nuevamente localizado a mediados del pasado mes de febrero, siendo sometido desde entonces a constante seguimiento por parte de los Reseignement Generaux, "sin que ocurra nada de interés" desde entonces. Sin embargo, los investigadores observaron en la tarde del pasado lunes la celebración de un reunión en una cafetería de París, identificándose a Kantauri como uno de los cinco que acudieron a la cita.

Cuatro de los asistentes a la reunión llegaron hacia la una de la madrugada al hotel Printania, de París. Se trataba de Kantauri; su presunto lugarteniente, Jesús María Puy Lekumberri; Irantzu Gallastegi Sodupe y Mikel Zubimendi Berastegi.

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Desde ese momento, las fuerzas de seguridad mantuvieron preparada la operación para detener a los cuatro, aunque tuvieron que esperar a que amaneciera, tal como establece la legislación francesa. Sobre las ocho de la mañana, los agentes arrestaron a los cuatro etarras: dos de ellos acababan de desayunar y los otros otros se disponían a hacerlo en ese momento.

Hacia las diez de la mañana fue detenido José Ignacio Herran Bilbao en un piso de la calle de Lacordaire y minutos después también lo fue Jon Mirena San Pedro Blanco. Según el ministro del Interior, Herran era responsable de la infraestructura etarra en París, en la que también se encuadra a San Pedro.

Aparte de los capturados en Francia, la Guardia Civil detuvo ayer por la tarde en Tolosa (Guipúzcoa) a Dolores Chapartegi Nieves, concejal de HB en Asteasu.

El titular de Interior hizo un repaso del historial de los detenidos haciendo hincapié en el de Javier Arizkuren, considerado responsable de los comandos ilegales desde 1994. Desde entonces, según Interior, se le relaciona con los atentados más sangrientos de ETA.

El ministro también dijo que hay indicios que relacionan a Kantauri con la bomba lapa que dejó mutilada a la niña Irene Villa, en Madrid, y otros que permiten considerar que fue él quien ordenó los asesinatos de los concejales del PP de Sevilla, Navarra y Guipúzcoa, entre ellos el de Miguel Ángel Blanco. Además, le atribuyó la participación directa en 20 atentados.

Mayor Oreja dijo que la operación contra ETA en Francia demuestra que "el Gobierno sólo quiere la paz sin presiones ni imposiciones de nadie" y subrayó que "no hay decisiones arbitrarias ni políticas, sino la respuesta del funcionamiento del Estado de derecho".

Irantzu Gallastegui está presuntamente vinculada a los asesinatos de Miguel Ángel Blanco y del abogado socialista Fernando Múgica cuando formaba parte del comando Donostia. Respecto a Puy, el ministro consideró que es el número dos de los comandos ilegales y lugarteniente de Kantauri, mientras que Zubimendi, antiguo portavoz de la organización juvenil Jarrai, impulsor de la llamada kale borroka (lucha callejera) y de los comandos Y, es "miembro relevante del aparato político de la banda".

El ministro rehusó opinar sobre si esta operación, la primera de importancia desde la tregua de ETA, favorece o entorpece el proceso de pacificación. "El Gobierno no tiene ninguna duda de que el funcionamiento del Estado de derecho siempre nos acerca a la paz", dijo. "¿Puede el Gobierno mirar hacia otro lado cuando se localiza a una persona con un historial como el de Kantauri?", se preguntó.

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