La Generalitat plantea a las cajas un nuevo convenio para financiar programas sociales

La esperanza de algunos directivos de cajas de ahorro de que la Generalitat renunciara a plantear este año un nuevo convenio para destinar 2.000 millones de pesetas de la Obra Social de las entidades a programas sociales y culturales de la Administración se ha desvanecido. La pasada semana, el consejero de Presidencia, Xavier Trias, comunicó a las entidades su intención de negociar un nuevo convenio para este año, el segundo tras su creación en 1998. La novedad reside en que en lugar de negociar con el conjunto de las cajas, Trias plantea hacerlo individualmente con cada una de ellas.

Diversos responsables de las entidades de ahorro esperaban que la Generalitat no planteara este año la renovación del convenio. Una cosa es, pensaban los directivos, aceptar que la Administración propusiera ocasionalmente un convenio para un año y otra muy distinta es que se plantee automáticamente su renovación, lo que "le da prácticamente el carácter de una ley que obliga a las cajas de ahora en adelante", señalan medios del sector. Algunas entidades, según informan fuentes de las organizaciones financieras consultadas, ya habían repartido este año sus presupuestos destinados al capítulo de Obra Social a la vista de que, a pesar de haber transcurrido más de dos meses desde la finalización del anterior convenio, la Administración catalana no había expresado su deseo de renovar el acuerdo. En cualquier caso, la práctica totalidad de las cajas catalanas no ha previsto en el ejercicio de este año destinar parte de su presupuesto de la Obra Social a los potenciales programas que la Generalitat quiera incluir en el convenio. Una de las novedades de la nueva propuesta de negociación formulada por Xavier Trias a las cajas de ahorro es la intención de que las conversaciones se desarrollen de forma individual con cada una de las cajas. En el anterior convenio la negociación se llevó a cabo a través de la Federación Catalana de Cajas de Ahorro. Interpretaciones Este cambio ha dado lugar a diversas interpretaciones entre algunos representantes de cajas de ahorros. La primera de ellas es que el Gobierno catalán espera que de esta manera se agilicen los trámites para obtener los fondos de las cajas de ahorro. En este sentido, el anterior convenio obligó a unas dilatadas negociaciones entre las entidades que retardaron la firma definitiva del convenio. La otra es que el procedimiento de negociar individualmente caja por caja permitiría una mayor flexibilidad en las negociaciones y que las dos entidades más grandes, La Caixa y Caixa Catalunya, realizaran una mayor aportación en el caso de que las pequeñas plantearan problemas para cubrir su parte proporcional. Los responsables de la Obra Social de las cajas ya acordaron, en una reunión celebrada el pasado mes de diciembre, cuando esperaban que la Generalitat planteara la renovación, expresar su oposición a la negociación de un nuevo convenio. Queda aún por definir si la Generalitat intentará aplicar un criterio proporcional a su propuesta, es decir, que las cajas destinen el 15% de sus presupuestos de Obra Social, como hizo en el convenio de 1998, o se limitará en esta ocasión a repetir la misma cifra de 2.000 millones de pesetas.