La vuelta de los niños

Reinaldo Hierrezuelo dijo "¿están listos los niños?", y obtuvo las respuestas de rigor: "Listos, pánfilo" y "magnification, profe". Todo según el guión. Se trataba de presentar La Manigua, el primer disco que han grabado para una multinacional tras sus tres títulos para la compañía independiente que los rescató en 1994.Y a eso se dedican los abuelos cubanos en su regreso a España. Boleros, guarachas, chachachás... y La vida sigue igual, de Julio Iglesias, que ellos han adaptado a su estilo. María Cristina, famoso número de Ñico Saquito, fue el más coreado y aplaudido, y la conga final animó a muchos a bailar. En cuanto a Todos los ojos te miran, que cantó como buenamente pudo Hierrezuelo (los resfriados acechan), es una de las canciones más hermosas que haya escrito Pablo Milanés. También recordaron alguno de esos temas con los que se dieron a conocer, como El paralítico: la historia del trigémino dio paso a los gozosos movimientos (bastón incluído) de Creagh.

En vez de sumar años, los han ido descontando. Pancho Cobas no se vio capaz de continuar el trajín de viajes y se fue a su casa de Santiago de Cuba con 84 años; Amado Machado lo hizo con 85, por problemas de salud. Sus plazas las ocuparon Manuel Galbán, con sesenta y muchos, y Ricardo Ortiz, de 64, el chaval del grupo, como ellos le llaman. Durante la presentación, cada uno confesó estado civil, disponibilidad amatoria y número de nietos.

Gusta ver a un grupo de viejitos con esa vitalidad. Y el éxito de la música cubana en Europa tiene dos nombres propios: Compay Segundo, inmortalizado en el celuloide junto a sus colegas de Buena Vista Social Club, por Wim Wenders, y la Vieja Trova Santiaguera, protagonista de Lágrimas negras, documental de Sonia Herman. Con paso renqueante entraron y salieron del escenario. Sin embargo, ofrecieron un concierto muy digno. A base de corazón y experiencia. "Para la Vieja Trova el final no llegará", cantan. La vida les ha regalado una prórroga gloriosa: y estos cinco jubilados, que no retirados, piensan disfrutarla mientras puedan.