El otoño de los "oligarcas"
La crisis de agosto de 1997, que se inició con la devaluación del rublo y la suspensión del pago de la deuda, y se encarriló con la llegada de Yevgueni Primakov al Gobierno, fue un torpedo que impactó en la línea de flotación del transatlántico económico de los oligarcas, los magnates que en 1996 hicieron posible la reelección de Borís Yeltsin.La caída en desgracia de Berezovski es el último síntoma del debilitamiento de un poder que un día pareció omnímodo. El aún secretario ejecutivo de la Comunidad de Estados Independientes llegó a decir que, entre él y sus seis colegas, controlaban el 50% de la economía de Rusia.
Otro oligarca, Alexandr Smolenski, presidente del SBS-Agro, segundo banco ruso por sus depósitos y primero privado, se encontró el jueves con que el Ministerio del Interior le investiga por un supuesto fraude cometido en 1992. Vladímir Vinográdov, por otra parte, ve cómo su buque estrella, Inkombank, se encuentra sin licencia y ante la bancarrota.
Vladímir Potanin, ex viceprimer ministro, considerado en 1998 por la revista Forbes el hombre más rico de Rusia, sufre la humillación de que uno de sus bancos, Uneximbank, sea el primero en no hacer honor a sus compromisos en eurobonos. Los que mejor salen librados son Vladímir Gusinski, cabeza del grupo mediático y bancario Most, y los dos jefes del grupo Alfa: Mijaíl Fridman y Piotr Aven.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.